Cultura

Descubren lápida del siglo XVI frente a la Catedral Metropolitana

Podría ser parte de la tumba del canónigo Miguel de Palomares, integrante del primer cabildo del templo. Se estudiará en el Templo Mayor: Raúl Barrera

Lápida sepulcral romana
Lápida sepulcral romana Lápida sepulcral romana (La Crónica de Hoy)

Arqueólogos del INAH encontraron una lápida funeraria con inscripciones en castellano y latín, así como flores de lis grabadas en la superficie, que pertenece a la tumba del canónigo Miguel de Palomares, miembro del primer cabildo de la Catedral de México en la primera mitad del siglo XVI.

Se trata de un hallazgo colonial localizado a 1.25 metros de profundidad del suelo y la excavación abrió un pozo de 1.60 metros frente a la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, de donde será retirada para analizarse en el Museo del Templo Mayor y podría formar parte de la tumba del canónigo español.

La superficie de la lápida (con 30 centímetros de grosor), dispuesta de oriente a poniente, se encuentra perforada y los especialistas aluden esto a acciones del pasado. Con una dimensión de 1.87 centímetros por 90 centímetros de ancho, la piedra conocida como chiluca tiene inscrito en castellano antiguo el nombre del difunto, así como sus fechas de nacimiento y deceso en griego.

“La investigaciones continuarán”, detalló ayer por la mañana en rueda de prensa Raúl Barrera Rodríguez, titular del Programa de Arqueología Urbana del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Próximos a la lápida funeraria se encuentran también los restos de un muro que corresponde a la primera catedral, construida en 1524 por Hernán Cortés, ubicada en el límite sur del Recinto Sagrado de México-Tenochtitlán.

“Es posible que haya otras tumbas y esta se asocia a la primera Catedral, construida de oriente a poniente, por lo que se abren las posibilidades de conocer más  conforme avancemos en las investigaciones cómo estaba ubicada esta tumba”, detalló el arqueólogo. 

La losa será extraída del sitio en el que se encuentra hoy (afuera de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México), para llevarse al Museo del Templo Mayor, donde continuarán el descifrado de los textos y símbolos, bajo las investigaciones de expertos como Eduardo Matos Moctezuma.

La importancia que tiene el hallazgo, entre otros aspectos, es que se trata de la primera lápida que se encuentra con inscripciones, además de tener identificado el nombre del difunto y se relaciona con la primera Catedral, destacó Raúl Barrera Rodríguez.

El cabildo era una especie de gobierno eclesiástico, establecido en 1536 con el primer nombramiento de obispos y arzobispos en la zona y tenía diferentes funciones y cargos dentro de la administración.

“Gente como Miguel de Palomares, al ser parte del cabildo, sostenía reuniones para tomar decisiones y llegar a acuerdos, de aspectos económicos como es el diezmo, la renta; así como la evangelización y la educación”, detalló Barrera Rodríguez.   

Es por esto, agregó el especialista, que los miembros del cabildo eran personas que si bien ya habían sido nacidas en México, tenían formación universitaria y su preparación les valió la posibilidad de tomar decisiones.

Al excavar para el implante de ocho postes fue como se encontró la lápida, ya que no encajaba bien uno de los postes que se iban a colocar y tuvieron que excavar más, razón por la que se llegó a la lápida.

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