El cuerpo del niño guatemalteco Felipe Gómez Alonzo, quien falleció en Nochebuena bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza estadunidense (CBP), aterrizó este viernes en Guatemala para que este sábado familiares y amigos pudieran despedirlo en una ceremonia religiosa en la pequeña y remota aldea de Yalambojoch, parte de Huehuetango.

La familia y la comunidad de Yalambojoch, en donde viven unas 1.000 personas, recibieron con tristeza los restos, que luego llevaron a la iglesia para una pequeña y emotiva oración.

En medio del desconsuelo de la familia, principalmente el de su madre, Catarina Alonzo Pérez, los restos del pequeño migrante descansaron ayer en la humilde casa familiar, hecha de madera, con el piso de tierra y techo de teja.

El padre de Felipe, que trabajaba en el campo, decidió tratar de llegar a EU junto a su hijo; cruzaron la frontera el 18 de diciembre, pero el pequeño enfermó y finalmente murió en Texas en la Nochebuena.

La muerte del pequeño Felipe ocurrió apenas días después de que otra niña guatemalteca muriera bajo custodia de la Patrulla Fronteriza de EU. La cancillería de Guatemala pidió a ­Washington que investigara el caso, pero aún no se han publicado resultados.