Empresas fantasma están relacionadas con el abuso crediticio a ancianos, a quienes se enrola en préstamos con altas tasas de interés y cláusulas desproporcionadas para arrasar con sus cuentas de pensión y ayuda federal.

De acuerdo con datos compartidos a Crónica por la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), se han documentado casos en los cuales Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Sofomes), con registro y autorización oficial, son suplantas por otras hechizas o inexistentes.

Éstas, se dedican a defraudar a clientes de todos los estratos y grupos de edad, pero de manera especial a adultos mayores, por sus condiciones de vulnerabilidad.

Entre febrero y noviembre de este año, la Condusef ha corroborado la suplantación de 91 entidades financieras, entre Sofomes, Uniones de Crédito, Sociedades Financieras Populares (Sofipo) y Sociedades Cooperativas de Ahorro y Préstamo (Socap).

La usurpación de nombres, logotipos y direcciones no cesó durante la pandemia de COVID-19, pues entre abril y agosto se registró la mayoría de los casos: el 53 por ciento.

Las estafas contra ancianos consumadas por estas organizaciones fantasma son adicionales a las cometidas por empresas reconocidas por Condusef como: Financiera Maestra, Dimex Capital, Préstamos Felices en 15 minutos, Exitus Credit, Financiera Fortaleza, Directodo México, Publiseg, Nómina Apoyo, Servicios Financieros Soriana y AlphaCredit Capital, entre las más denunciadas.

ROBO DE IDENTIDAD. “Cuando abrimos los expedientes no lo detectamos, sino a lo largo del proceso, porque llamamos a la empresa por alguna reclamación y debe llegar un representante legal. En estos casos, no llega nadie. Ahí nos damos cuenta que están suplantando a otras empresas, les roban la identidad a las legalmente constituidas y se dedican a ofrecer créditos exprés”, describe a este diario Jesús Chávez Ugalde, Director de Análisis y Estadística de Productos y Servicios Financieros de Condusef.

-¿Cómo operan?

-Le entregan a la gente un folleto en la calle, haciéndose pasar por una Sofom autorizada, ponen un letrero o volantean, jalan gente y ofrecen créditos: ´¿cuánto gana?, le puedo ofrecer tanto en corto tiempo´ y, como la persona anda necesitada de dinero, la convencen, porque además ofrecen condiciones increíbles: bueno, bonito y barato, y es cuando hay que dudar. Piden un depósito por gastos de administración o de gestión: ´para expedir el cheque del préstamo requiero tanto´. Vas el lunes, el martes te piden el dinero y el miércoles o jueves prometen el préstamo, pero jamás lo hacen o simplemente desaparecen.

Ni Condusef ni alguna otra institución del ramo financiero tienen atribuciones para perseguir a estas defraudadoras. El único camino es presentar una denuncia ante el Ministerio Público en contra de quien resulte responsable.

“Si dicen que les tienes que dar dinero, es un fraude seguro”, alerta el funcionario.

SIN DIENTES. La Condusef fue creada en 1999 para defender los derechos de quienes usan los servicios financieros. Sin embargo, su acción se limita a conciliaciones tediosas e infructuosas para las víctimas; y los procesos de sanción y retiro de permisos son largos y engorrosos. Las lecciones a entidades abusivas, escasas… ¿Una dependencia desdentada?

-¿Qué sanciones se contemplan para las instituciones usureras? -se cuestiona a Chávez Ugalde.

-Los montos de la sanción los determina el jurídico, si las empresas señaladas incurren en lo mismo, tendrá otras implicaciones.

-Pareciera que Condusef no tiene los dientes para frenar a las empresas leoninas…

-Sí hay manera de sancionarlas si tienen cláusulas abusivas o si no se presentan a la junta de conciliación o no rinden el informe solicitado, pero no podemos obligarlas a conciliar, la ley no nos lo permite, no somos un tribunal, lo que hacemos es citar a ambas partes para que traten de llegar a un acuerdo.

-Y si no hay arreglo…

-Viene otra etapa en donde se dejan a salvo los derechos y los usuarios pueden pedir a la Comisión, como órgano especializado, un dictamen técnico-jurídico que les servirá en tribunales. Además, tenemos defensoría legal gratuita, que en el caso de un adulto mayor es muy útil. A lo mejor no tuvimos colmillos en la junta de conciliación, porque somos un ente conciliador, pero sí podemos darles abogados y ahí el porcentaje de bateo en los asuntos es del 97 por ciento. Tampoco se puede obligar a la empresa a devolver el dinero, pero sí lo demás.

-¿Puede quitárseles el permiso de operar?

-Sí, pero requiere ver el caso en especial.

-De las miles de reclamaciones promovidas por adultos mayores, ¿en cuántos casos ha habido sanciones?

-No tengo el número de sanciones. Por una reclamación, no se puede sancionar a la entidad financiera, se requiere tener un motivo específico y hacer el análisis, también se le da tiempo para pagar la multa. Pueden ser procesos largos, o tal vez no se resuelvan con nosotros y deben ir a tribunales, lo que llevaría más tiempo. Sí se registra en un buró, ahí se pueden checar cuáles son las de más reclamaciones, es una presión para las mañosas.

-Pero lo importante sería que dejaran de operar…

-Si hay muchas quejas en su contra, la empresa involucrada puede abonar a su favor; si se comprueban, tiene la posibilidad de modificar sus contratos, no en automático es el cierre de puertas.

En medio de sus limitaciones, la Condusef se ha acercado ya al Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM) y a otras instituciones afines con la idea de conformar una guía para el uso seguro de servicios financieros, difundir el trabajo de la Comisión: su área de asesorías y portal electrónico, así como brindar información sobre atropellos y fraudes.

“Se está buscando -dice Chávez Ugalde- la conformación de ciertos productos financieros con características especiales para este sector de la población, que no sólo es sensible a estos créditos abusivos, sino a fraudes, intercambio de tarjetas y robo de identidad, y hay quien ha perdido todo su patrimonio. Debemos hacer cambios para que las instituciones sean corresponsables en el objetivo de evitar tropelías contra los ancianos”…