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El l2 de agosto ha sido señalado como el Día Internacional de la Juventud, en cada país el énfasis de las celebraciones se pondrá en las circunstancias y necesidades por las que los países atraviesan. Los que están en guerra seguramente su enfoque será en el anhelo de paz; en otros será la pobreza que trunca el desarrollo de los jóvenes y las posibilidades para su educación. En México aun cuando, comparativamente con otros países, en algunos aspectos somos un país privilegiado, en otros estamos en muy bajos niveles de desarrollo y en lo que se refiere a los jóvenes estamos cerca de esos bajos niveles.
Nuestro bono demográfico es favorable, el 25.7 por ciento de la población tiene entre 15 y 29 años; tenemos 37,504,392 jóvenes de los cuales el 50.6 por ciento son mujeres y el 31.14 por ciento son varones. Este bono no se repetirá ya que los nacimientos tienden a disminuir y empezaremos a ser un país en el que irán dominando los mayores.
¿Cómo estamos preparando a esos jóvenes? Sólo 3 de cada 10 tienen la oportunidad de ir a la universidad. El 60.6 por ciento de los que no estudian se ubican en la economía informal. Por falta de oportunidades el 47.7 por ciento de los mexicanos que emigran al extranjero son jóvenes entre 15 y 29 años. A muchos de ellos el país los pierde definitivamente. El 7.5 por ciento de los jóvenes entre 15 y 29 años son ninis, es decir que ni estudian ni trabajan y 6 de cada 10 de ellos provienen de hogares en pobreza.
La cultura y el deporte no están entre los intereses de los jóvenes, aun cuando tenemos algunos jóvenes, tanto hombres como mujeres, que son orgullo nacional por sus éxitos deportivos en las competencias mundiales. Sin embargo, más del 67 por ciento de jóvenes entre 15 y 29 años, pasan 9.7 horas a la semana frente al televisor y el 54.8 por ciento de jóvenes de esas edades, ocupan 8.9 horas a la semana en chatear y ver sus correos.
Respecto a la vida privada de los jóvenes el 63.5 por ciento de ellos se declaran solteros y el 18.1 por ciento en unión libre. De los nacimientos ocurridos en 2016, en uno de cada 6, la edad de la madre fue entre 15 y 19 años.
La realidad es que uno de los aspectos más importantes para el desarrollo del país como es la educación de los jóvenes que serán el futuro de la nación, tiene grandes lagunas que urge atender. No se trata sólo de pedir que se aumente el presupuesto para ese rubro, la solución requiere un estudio más amplio. Es un hecho que faltan escuelas, o por lo menos faltan de mayor calidad y en los lugares donde se requieren. No se puede pedir que los alumnos que viven en el norte, se trasladen durante horas a planteles que tienen lugares en el sur, o viceversa. Es necesario planear la ubicación; los largos viajes además de originar mayor gasto a las familias, son causa de deserción escolar o de bajo rendimiento.
También se requiere revisar la aplicación de los recursos en los planteles. No puede ser que el costo por alumno en una escuela pública sea igual o mayor que lo que pagaría por colegiatura en una privada.
Igual que se está haciendo en la educación básica, hay que revisar los programas de la educación media superior. Urge la inclusión de valores éticos, aumentar el deporte y despertar la conciencia social. Se requiere no sólo impartir conocimientos, hay que formar a los jóvenes en el amor a la Patria, en el respeto a la Ley y a los derechos de los demás.
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