Uno de los movimientos más importantes en las últimas décadas en México es el de “Sin maíz no hay país” en el que han participado destacados líderes sociales, campesinos o ecologistas. Gracias a ellos se hizo consciencia de los riesgos que se corrían de perder la autenticidad del maíz nativo a causa de la megaindustrialización y la siembra de semillas transgénicas que orillan a los campesinos a depender de los particulares que se beneficiaban de esta situación.

Quienes participaban en ese movimiento  fueron perseguidos, amedrentados y violentados por sus creencias durante todos esos años pero también fueron pioneros en innovar sus formas de manifestarse; siempre con propuestas, proyectos de ley, amparos, arte y actividades lúdicas. Me atrevo a decir que si no fuera por ellos sería altamente probable que el maíz nativo se encontrara en peligro de extinción y todo nuestro consumo sería de transgénico.

En ese sentido el gobierno de la Cuarta Transformación que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador dio un vuelco total ante este reclamo ya que ahora es el mismo gobierno quien encamina una serie de acciones para proteger el maíz nativo.

En ese contexto la presidencia de la república a través de Eduardo Villegas, coordinador de memoria histórica y cultural de México reunió a todas las dependencias del Gobierno de México que están implementando acciones para tal efecto y  llevar a cabo una conmemoración digna de la nueva era que vive el país este 29 de septiembre en el zócalo capitalino.

Desde temprano será posible visitar los estands donde las dependencias podrán mostrar los proyectos innovadores que están realizando, como los programas de Sembrando Vida de la Secretaría del Bienestar; los centros educativos de Educación Pública que impactan directamente en los objetivos de la preservación del maíz nativo; la promoción cultural de lo que representa el maíz, a cargo de Cultura; conocer los esfuerzos de Agricultura para que el maíz nativo gane terreno; la nueva oferta turística rural que está fomentando Turismo, entre otros. Los estands también contarán con la oferta de productores y organizaciones que han acompañado al movimiento “Sin maíz no hay país”.

Allí mismo habrán conciertos de músicos de y para el pueblo del maíz como el de Enrique Quezadas que preparó una presentación especial para esta fecha, así como Cucalambé, Saint Banana, La Hora de la Hora, entre otros. Por supuesto no faltarán los danzantes y guías espirituales indígenas para pedir permiso a los guardianes de los rumbos sagrados y llevar a cabo ceremoniales de agradecimiento al maíz que de acuerdo con las leyendas ancestrales fue entregado por los dioses a Quetzalcóatl para ofrendárselo al pueblo para su subsistencia.

El evento además dará una muestra de consciencia ya que parte de la energía que abastecerá tanto a los estands como al escenario será producida por la misma población en bicicletas generadoras de energía.

Finalmente habrá un gran regalo para el pueblo de México, ya que gracias a la Secretaría de Turismo que encabeza Miguel Torruco Marqués, se develará un mural escultórico a cargo del mejor muralista contemporáneo, el maestro Ariosto Otero, quien comenzó a trabajar en el arte de este mural desde hace días a la luz de toda persona que transita por el Zócalo y quiera ver cómo realiza la obra con una técnica que retoma de los grabados en las antiguas pirámides, un arte que retoma las calles para transformar y ofrendarse al pueblo.

El maíz es nuestra raíz, estamos hechos de él y es alentador que todo el gobierno lo contemple dentro de sus prioridades y junto a la sociedad, lo defiendan.

@Cesar_Madruga