
Mariana Heredia, estudiante de 21 años en la universidad ICEL Campus La Villa, dice que ya se contagió dos veces de COVID-19, y cuenta a Crónica que debido a su estado de salud y edad no se ha podido vacunar contra el SARS-CoV-2, ya que no es considerada entre la población de alto riesgo. Sin otra alternativa, la joven decidió mantenerse en aislamiento, y tres meses después de esta desagradable experiencia con el coronavirus, los síntomas ya desaparecieron, no sin antes dejarle secuelas.
“La primera vez que me contagié fue en febrero del 2020, luego de haber asistido a una fiesta en la que cuatro de mis amigos también se contagiaron. La verdad pensaba que todo era un mito y no había nada de que temer, pero terminé perdiendo los sentidos del gusto y el olfato. Lo peor es cuando se presentó la tos seca, los dolores de cabeza eran insoportables y la gripe me pegó muy fuerte”.
La chica pensó que se trataba de un resfriado que daría paso a una gripe común, pero la situación sería más complicada para su salud, y al acudir al médico éste me confirmó que los síntomas que presentaba eran por COVID. “Lo que pensé es que sería algo pasajero, pero me duró mucho tiempo, y fue hasta abril (dos meses después), cuando los síntomas desaparecieron en su totalidad. El estar aislada y lejos de tu familia fue una de las cosas más difíciles en mí recuperación”, comentó.
Pasada esta primera y dura experiencia, Marina pensó que lo peor ya había quedado atrás y que al haber tenido ya COVID sería inmune a un nuevo contagio, pero estaba equivocada, ya que tras la complicada recuperación, decidió en este 2021 viajar a Cancún para desestresarse y celebrar que el COVID había quedado en el archivo muerto de su historial clínico.
Mariana recuerda que fue el 6 de junio del 2021, coincidentemente el día en que se celebraron las elecciones intermedias en el país, cuando comenzó a sentir síntomas similares a los de la primera vez. Preocupada y para salir de dudas, se realizó una prueba para la detección del coronavirus y su mayor temor se hizo realidad, ya que nuevamente el SARS-CoV-2 estaba con ella.
La chica dice que el nuevo contagio que presenta es porque ella es parte de la población de jóvenes vulnerables a la nueva variante, y sobre todo por la tercera ola de contagios que ya está presente en el país.
“Empecé con gripa y tos, y pensé que el COVID ya no podría darme, debido a que desde la vez que me contagié, no he dejado de cuidarme, por lo que empecé a preocuparme más cuando comencé a tener dolores de cabeza, por lo que volví a realizarme la prueba y lo que no imaginé sucedió, pues salí positiva nuevamente y tuve que volver a la cuarentena”, refirió.
La joven se enfrenta ahora a síntomas adicionales a los de su primera experiencia con el COVID, ya que presenta dolor en articulaciones, fiebre intermitente y tos seca, pero ahora con molestias en los pulmones.
Cuenta a Crónica que aparte de dolores de cabeza constantes, su oxigenación ha bajado hasta 92 como máximo y el dolor de articulaciones es insoportable.
“No sé cómo me contagié, presiento que pudo haber sido en el vuelo de regreso a la CDMX, pues había demasiadas personas en el vuelo, cuando fui de vacaciones no sal{i para nada del hotel, más que a la alberca y a caminar por la zona, nuevamente estoy aislada tengo la duda de si en un futuro la vacuna me podría ayudar, pues ya tuve y tengo COVID-19”, señaló.
Otra experiencia de afectación por COVID lo vivió Marcela Castro, asistente médico de 28 años que labora en la clínica 26 del IMSS en un área ajena a los casos COVID, pero por causas que aún desconoce, se ha visto afectada por la enfermedad.
La joven cuenta que aún no sabe cómo pudo contagiarse del coronavirus, que también afectó a su padre, señala que no fue considerada como parte de las personas de alto riesgo en el sector salud, por lo que no estuvo en la lista de quienes recibieron la vacuna antiCOVID, a diferencia de sus demás compañeros.
“Nunca supe si me contagié en la clínica o en mi propia casa, ya que mi papá también se contagió. Ambos trabajamos en el sector salud y fue el 15 de noviembre del 2020 cuando recibimos los resultados de la prueba contra el coronavirus. En mi trabajo mi jefa al igual que varias de mis compañeras también resultaron positivas a COVID”.
La joven agrego que, aunque sus síntomas fueron leves, tuvo muchos dolores musculares y agotamiento extremo, la falta de aire fue otro de sus padecimientos, aunque puedo estar en aislamiento desde su casa, comenta que para su padre la situación se complicó debido a que tuvo que ser internado.
“Creo que debido a mi edad los síntomas no fueron tan graves, a diferencia de mi papá, aunque ahora ya recibí la vacuna, pero me preocupa que la tercera ola de contagios nos pueda volver a afectar, ya que ahora somos los jóvenes los que estamos más propensos a contraer esta enfermedad”.
Brandon Acosta tiene 27 años y es empleado en la Secretaria de Turismo, el joven al enterarse de que era portador de COVID no daba crédito a la noticia, lo que representó una gran sorpresa.
El joven cuenta a Crónica que el 20 de junio del 2021 viajó con su familia a Morelia, por lo que considera que fue durante este viaje cuando contrajo el virus. Aún busca explicaciones y cree que dos de sus familiares fueron quienes lo contagiaron, ya que ellos ya tenían el SARS-CoV-2, aunque eran asintomáticos.
“He estado aislado durante dos semanas y me falta una más, me dijeron que es por prevención. Desde que me diagnosticaron la enfermedad he tenido dolor de cabeza, cuerpo cortado, ojos rojos, temperatura, diarrea, tos, pérdida de olfato y un cuadro fuerte de gripa”, señala.
Hasta el momento Brandon dice que no ha recuperado el sentido del olfato, pero en su última revisión, el doctor le dio la buena noticia de que ya puede vacunarse.
“No es nada placentero, sí la pasas mal por los síntomas y por el encierro. Yo sí recomiendo seguirse cuidando y si van a salir, ponerse cubrebocas, ya que tengo varios conocidos que están contagiados y son de mi edad”.
El joven apunta que según le comentaron amigos afectados por el COVID, que anteriormente a los enfermos por coronavirus les daban un kit con medicamento para tratar los síntomas, pero que éste ya no es proporcionado por las autoridades de salud, por lo que reitera su llamado a no bajar la guardia.
Para los jóvenes entrevistados por este diario, el repunte de contagios con esta tercera ola es algo que no debe tomarse a la ligera ni por las personas ni por las propias autoridades, y es que no hay información clara de si la tercera ola de contagios ya está presente o no, y es que ahora, según la información, son los más jóvenes los que tienen que cuidarse, pues son los más propensos a los contagios en esta nueva fase COVID.
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