Opinión

Donald Trump y los demócratas

Donald Trump y los demócratas

Donald Trump y los demócratas

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Uno de los temas que abordaron los candidatos a la nominación presidencial por el Partido Demócrata en el debate que sostuvieron este martes 12 de enero fue la aprobación del T-MEC. De los seis aspirantes, únicamente Bernie Sanders, senador por Vermont, se opuso a la firma de ese acuerdo comercial. La razón esgrimida por este legislador es que el T-MEC no toma en cuenta el problema del cambio climático. Todos los demás competidores aceptaron que no es un convenio perfecto pero se puede ir corrigiendo sobre la marcha. El evento se llevó a cabo en la Universidad de Drake, situada en Des Moines, Iowa.

Pero salta la pregunta: ¿por qué darle tanta importancia a una competencia que se presenta en un solo estado de los cincuenta que componen a la Unión Americana? La respuesta consiste en que el caucus en Iowa se ha vuelto relevante desde 1972 porque se considera el mejor indicador para saber cómo irá la elección de presidente de Estados Unidos. En efecto, es una señal de quién podría ganar la nominación de su partido (tanto del Demócrata como del Republicano). Este año la elección de delegados en Iowa se llevará a cabo el 3 de febrero. La convención nacional del Partido Demócrata tendrá lugar del 13 al 16 de julio de 2020, en la ciudad de ­Milwaukee, Wisconsin.

Por ese motivo los seis pretendientes a la nominación del Partido Demócrata se lanzaron a fondo. El presentador del evento dijo que cualquier peatón que anduviera caminando por la 5ª Avenida de Nueva York haría mejor las cosas en comparación con el desastre que ha causado Donald Trump. También señaló que los inmigrantes tienen derecho a la dignidad, no deben ser puestos en jaulas.

Los temas abordados en la discusión fueron: el asesinato del general Qasem Soleimani y el consecuente peligro de guerra con Irán; el conflicto comercial con China; el acercamiento con el régimen de Kim Jong-un de Corea; el problema del sistema de salud y la posible rehabilitación del Affordable Care Act (Ley de Protección al Paciente y Cuidado de la Salud Asequible). Pero quisiera llamar la atención en el tópico de la creciente desigualdad de la economía norteamericana.

Los participantes en el foro de Des Moines (Joe Biden, Elizabeth Warren, Bernie Sanders, Pete Buttigieg, Amy Klobuchar, Tom Steyer) coincidieron en que Donald Trump ha recrudecido el modelo neoliberal al concentrar la riqueza cada vez más, en pocas manos. La brecha entre ricos y pobres se está ensanchando.

Estados Unidos es uno de los pocos países ricos que no cuenta con servicios de salud pública. La atención médica es prestada por hospitales privados y si no tienes un seguro que cubra tus gastos simplemente te quedas en el desamparo. Hay 36 millones de personas que carecen de seguro. ¿Qué es lo que han hecho las últimas administraciones, tanto demócratas como republicanas? Seguir la receta de que el mercado es la solución y lo que haga el Estado está mal. De esta suerte tenemos una economía —dijo Sanders— que funciona para beneficio del 1 por ciento de la población, los más ricos. Esa injusticia debe cambiar: Estados Unidos debe poner a funcionar una economía que incluya a todos, que reduzca la brecha entre ricos y pobres. Sobre todo, que el gobierno deje de estar subordinado a los dictados de las grandes corporaciones y los magnates de Wall Street.

El problema de la mala distribución de la riqueza en Estados Unidos se ha agravado porque ese país tiene un sistema fiscal regresivo, es decir, pagan menos impuestos los que tienen más dinero. Esa es la pauta que agudizó Trump inmediatamente que llegó al poder: bajó aún más los impuestos a las capas sociales con ingresos más altos. ¿Qué es lo correcto?, que pague más quien tenga más. Ese se llama sistema tributario progresivo. El reto consiste en hacer ver a la gente lo que realmente está sucediendo y que no se deje engañar por la demagogia y las mentiras de Donald Trump. Con un discurso agresivo y lleno de imprecisiones, el actual inquilino de la Casa Blanca ha logrado convencer a la opinión pública de que es mejor gastar dinero en el aspecto militar (para la seguridad nacional en contra del terrorismo, según él) que en el desarrollo social. A ese grado llega su poder de convencimiento.

El miedo que siente Donald Trump por Joe Biden lo llevó a cometer un error garrafal: presionar al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, para que investigara y encontrara pruebas incriminatorias contra el exvicepresidente norteamericano y su hijo Hunter. Ese paso en falso lo tiene metido en un brete: la Cámara de Representantes envió el miércoles de esta semana al Senado la documentación necesaria para continuar con el proceso de destitución (impeachment) de Trump.

Ni su lúgubre trama para matar a Qasem Soleimani sirvió como distractor. Trump lleva las de perder en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre. Tiene un nivel de desaprobación del 52.9% y un 42.4 de aprobación. Es decir, va a la contienda electoral bastante mermado.

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