Las playas de Miami Beach se llenaron ayer, tras anunciar el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EU que el “extremadamente peligroso” huracán Dorian, de categoría 4 no va a impactar entre los condados de Miami Dade y Palm Beach (donde tiene el presidente Donald Trump su resort Mar-a-Lago), sino que se el ojo del huracán seguirá el lunes por la noche la línea de la costa hacia el norte, con probabilidad de que no castigue a Florida, pero sí a Carolina del Sur y Carolina del Norte.

Dorian ha aprovechado las aguas cálidas del Atlántico para seguir su proceso de fortalecimiento. En las últimas 12 horas sus vientos máximos sostenidos son ya de 240 kilómetros por hora mientras se aproxima a Bahamas, donde se prevé que impacte hoy por la noche en el norte del archipiélago.

¿Categoría 5? EL NHC advirtió ayer que Dorian amenaza con pasar por encima de estas islas a una velocidad muy reducida y sobre aguas muy cálidas, que es como “combustible de alto octanaje para los huracanes”, lo que podría provocar un fortalecimiento adicional. Por ello, teme que vientos de 250 kilómetros por hora, lo que pondría a Dorian al límite de ser categoría 5 (252 km/h), la máxima de la escala Saffir-Simpson.

El primer ministro de Bahamas, Hubert Minnis, literalmente suplicó a toda la población que habita en cayos de las Islas Ábaco y Gran Bahama que se traslade a áreas seguras.