Opinión

El “calli” por la ventana

El “calli” por la ventana

El “calli” por la ventana

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Precisamente el próximo año, cuando se cumplan 500 de la fundación de Tenochtitlan, el gobierno tertamorfósico de nuestro país echará la casa por la ventana, pero con un propósito central, explicado ayer por el señor Presidente en la comparecencia donde fueron anunciados los interminables festejos: mirar la historia con otra perspectiva, olvidarnos del pensamiento colonial y colonizado y reivindicar a los descendientes de los pueblos originarios.

“Nunca más —dijo— reprimir, nunca más el clasismo, el racismo, la discriminación, nunca más el despojo en México, para eso es la conmemoración del año próximo. Esa es la esencia de la conmemoración del año próximo.

“…También exponer al mundo lo que ya todos los mexicanos sabemos: la fortaleza, la grandeza artística, cultural del país, hacer ya a un lado para siempre el que cuando llegan los colonizadores encuentran un pueblo atrasado, bárbaro, salvaje, todo eso que en todo proceso colonial se utiliza para justificar el despojo y las atrocidades…

“…Es muy lamentable que todavía, cuando se habla de la historia de México y de esta etapa, en algunos países en los libros de texto se menciona que nos civilizaron, que vinieron a civilizarnos y esa es la concepción…”

La ocasión del quinto centenario será conmemorada con nuevos términos en la fraseología.

Por ejemplo, la conquista es una invasión con todas sus letras y Vicente Guerrero es el primer presidente afro mexicano (dijo Zoé Robledo, quien en sus ratos libres como Director del seguro Social coordina la Comisión Presidencial para la Conmemoración de Hechos, Procesos y Personajes Históricos de México), quien nos enseñó que la patria es primero. Ya los otros presidentes afro mexicanos no necesitaron darnos esa lección porque ya nos la habíamos aprendido.

Los múltiples actos conmemorativos –desfiles, banderas peregrinas, ceremonias y discursos, muchos discursos--, serán coordinados por el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, quien hizo la presentación del enorme listado “históricocivicofestivo” (eso hace mientras llegan las vacunas o se contiene a los migrantes y terminan los viajes a China a buscar cubrebocas y respiradores), incluyen además, la recuperación del lago de Texcoco, donde –ajenos a todo patriotismo histórico--, los neoliberales conservadores querían construir un faraónico aeropuerto flotante en cuyas pistas iba a acuatizar un también faraónico avión, cuya propiedad no tenía ni Tutankamon.

Dijo Zoé:

“…Creemos que, si queremos recuperar la historia, el pasado, hay que recuperar también el lago. Desde luego, en este punto la Ciudad de México, el gobierno de la ciudad, tiene también un importante programa de actividades…”

No se sabe si el “este punto” es sobre el lago y cómo podrá la doctora Sheinbaum recuperar un cuerpo de agua ubicado fuera de los límites territoriales de su responsabilidad, porque Texcoco (antes y después de Silverio), queda en el Estado de México, o “este punto” es nomás el entusiasmo “patrióticohistóricoculturalétniconacionalñsta”, cuyos vientos de orgullo hacen hablar así a Don Marcelo, cuyo amor a la patria debe haberse acendrado durante sus años de exilio parisino:

“…Tenemos el privilegio de poder vivir esto y de invitar a todo el mundo a que nos acompañe, proyectar la imagen de México en todo el mundo...”

Pues si, vamos a ser asombro y pasmo de todo el mundo mundial. Como decía Manolín: “Fíjate que suave…”

Pero lo más interesante de este cambio de óptica --con todos sus ángulos: conquista, evangelización, dominio colonial, encomienda, esclavitud, despojo, imposición, racismo, clasismo, catolicismo y todo lo demás, hasta el recuperado lago de Texcoco será invitado de honor--, es la ya añeja cuestión de los perdones.

Se lo preguntaron al Señor Presidente y respondió de modo cauteloso:

“…ya se hizo este planteamiento, ya conocen ustedes el resultado. No descartamos que haya, de parte del gobierno español, de la monarquía, un cambio de actitud, y que con humildad se ofrezca una disculpa, un perdón, pensando en dejar atrás esa confrontación y hermanarnos, ver hacia delante (pensando en la conquista se ve para adelante, conste)…

“Lo mismo en el caso de la solicitud que hemos hecho al papa Francisco…”

Pero nosotros, sin ellos, ya lo haremos:

“…el 28 de septiembre… una Ceremonia del Perdón a las Minorías Culturales…”

“Esto será en algunos de los ocho pueblos yaquis de Sonora…”

ATRÁS O ADELANTE

Transido por la emoción Zoé Robledo dijo sobre la finalidad de todo esto:

“…la reafirmación de nuestra identidad nacional para poder voltear al futuro con ojos renovados de ciudadanas y de ciudadanos libres”.

Voltear al futuro (¿?) para mirar los recuerdos del porvenir, o ¿cómo?