En los últimos días, los mexicanos hemos sido testigos del paso de las diferentes caravanas de migrantes provenientes de países de Centro América, estos grupos de personas que hacen uso de su derecho humano a migrar y que salen de sus naciones en busca de mejores oportunidades; por no ser atendidos, están a punto de iniciar una de las principales crisis humanitarias que se hayan registrado en nuestro país por lo que urge que el nuevo gobierno ponga cartas en el asunto.

Al hablar de algún problema de migración, es obvio que cualquier solución que debiera darse a este fenómeno, tendría que surgir de manera bilateral entre los países de origen y los países de destino, si es que se desea llegar a un acuerdo.

Por ello, es lamentable que desde Estados Unidos, se propongan sólo medidas unilaterales como la militarización de la frontera sur de aquel país que, lejos de remediar, agudiza dicha crisis toda vez que obliga a migrantes a detenerse y concentrarse en una zona que no cuenta con servicios adecuados ni mucho menos seguridad para cada uno de ellos, por lo que especialistas han tomado como una amenaza la medida del presidente Donald Trump al acudir a este tipo de prácticas para enfrentar un suceso que ha existido a lo largo de la historia de la humanidad.

Incluso, durante los discursos que Trump ha pronunciado al respecto, es notoria la exigencia que hace en reiteradas ocasiones a nuestro país, para que hagamos lo propio y mandemos al ejército a nuestra frontera sur, principalmente con Guatemala, para evitar así el cruce de personas, y se frene el flujo migratorio sin que ellos se desgasten en lo más mínimo.

Esta decisión a la que está obligando a México, pareciera que tiene como ejemplo el viejo continente, en donde países como España, Grecia y Alemania entre otros, han adoptado medidas extremadamente rigurosas para prohibir, a toda costa, la entrada de inmigrantes africanos principalmente, la diferencia, es que en la Unión Europea (UE), esta medida garantiza el libre tránsito en los países miembros pero aquí, eso no aplicaría tal y como lo mandata el artículo 45 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea sobre el libre tránsito en países miembros y que faculta  a todo ciudadano a: “buscar empleo en otro país de la UE, trabajar en otro país sin necesidad de permiso de trabajo, residir en otro país por motivos de trabajo, permanecer en el mismo cuando hayan dejado de trabajar, recibir el mismo trato que los ciudadanos de ese país en lo que respecta al acceso al empleo, las condiciones de trabajo y las ventajas sociales y fiscales…”

Nuestra realidad dista mucho de ello, ya que la medida propuesta por Trump, queda muy lejos de esa premisa que funciona desde hace años en Europa, sin embargo, en América tal parece que vamos en retroceso ya que en lugar de velar por un tratado internacional igualitario que contemple un libre tránsito, como a los chilenos que no necesitan visa para entrar a los Estados Unidos, se endurecen los requisitos de ingreso o peor aún, como hemos visto recientemente, se manda a la Guardia Nacional a la línea divisoria o simplemente, se habla de la edificación de un muro fronterizo.

Dicho de otra forma, desde Estados Unidos temen que el destino de los centroamericanos que cruzan hacia México sea el país del norte por ello, se nos quiere obligar a prohibirles el paso sin ceder nada a cambio sino todo lo contrario; a nuestros connacionales se les da un mal trato cuando son detenidos, encarcelados y separados de sus familias para ser deportados y mientras Trump no cambie su política migratoria, el nuevo gobierno debiera pedir visa a los estadunidenses para poder ingresar a nuestro país, adonde por cierto, ingresan más de 200 mil armas de fuego provenientes de aquel país y que en su gran mayoría van a parar a manos de la delincuencia organizada.

Incluso, diversas investigaciones han dejado ver que en el trasiego de drogas a Estados Unidos desde México u otras naciones, muchas veces es con la complicidad de funcionarios norteamericanos, de lo contrario, nadie se explica cómo podría ser posible el ingreso, al país más vigilado y sofisticado del mundo, de paquetes que en su conjunto suman toneladas y toneladas de mercancía ilícita, por lo que es toda una contradicción de Donald Trump exigirnos, por un lado, cerrar nuestras fronteras y por otro lado, hacer como que no ven el paso de drogas y armas a nuestro país .

Twitter: @julioc_moreno