CoBrA: Serpiente de Mil Cabezas. Hasta abril 12. Museo de Arte Moderno.

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CoBrA desarrolló poco antes que Jean Dubuffet (1901-85) un camino paralelo, ya que este movimiento también se inspiró en el arte de los niños, enfermos mentales o individuos sin formación artística académica, dando CoBrA énfasis al mito primigenio y a un anti-elitismo colectivo atemporal y universal; espíritu demostrado en esta exposición con arte muy temprano de Sonja Ferlov (1911-84), Carl-Henning Pedersen (1913-2007), Egill Jacobsen (1910-98), Christian Dotremont (1922-79), Theo Wolvekamp (1925-92), Eugene Brands (1913-2002), Zoltán Kemény (1907-65), etc.; artistas mucho menos conocidos y cotizados que Dubuffet.

Julien Cuisset me señalaba en redes sociales que a diferencia de como hice en mi columna anterior en confrontar a CoBrA con el Expresionismo Abstracto norteamericano o E.A., resultaba más interesante equiparar al E.A. con la Abstracción Lírica, rama del Informalismo europeo. Contesté que Nueva York “robó” a París ser la capital mundial del arte gracias a que los norteamericanos innovaron con técnicas como Drippings, Soak-Stains, Color Field Paintings o la exploración física y muscular de la pincelada, superando así a la Abstracción Lírica, siendo CoBrA muy innovadores, ya que exploraron simultáneamente procesos afines al Informalismo y al E.A., pero desde una raíz cultural autónoma.

Asger Jorn, integrante de CoBrA lamentaba que los norteamericanos nunca acreditaron al Expresionismo Nórdico como raíz del E.A., sin olvidar que la CIA utilizó al E.A. durante la Guerra Fría para comparar la “libertad” del arte en EU respecto al rígido Realismo Socialista de la Unión Soviética. Después de la era Fernando Gamboa de promoción foránea del arte mexicano y hasta la utilización de éste en la negociación del TLC; ¿estos ejemplos no son motivo suficiente para que políticos mexicanos dejen de recortar presupuesto a la cultura y comiencen a dimensionar la gran importancia diplomática y política del arte?

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