Metrópoli

El ataque a rectoría fue perpetrado por un grupo armado y organizado

Los agresores contaban con cohetones, martillos, gasolina y bombas molotov

Los agresores contaban con cohetones, martillos, gasolina y bombas molotov

El ataque a rectoría fue perpetrado por un grupo armado y organizado

El ataque a rectoría fue perpetrado por un grupo armado y organizado

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

El ataque realizado el jueves por grupos de encapuchados a la Torre de Rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la librería Henrique González Casanova, el mural norte de David Alfaro Siqueiros y la bandera de México colocada en la explanada de Rectoría fue perpetrado por un grupo entrenado, organizado y con armas previamente preparadas, como cohetones, martillos, gasolina y bombas molotov.

Así lo expresaron ayer, en conferencia de prensa, el secretario general de esa casa de estudios Leonardo Lomelí; la abogada general, Mónica González Contró y el director general de comunicación social Néstor Martínez Cristo.

“Si decimos que son grupos que tienen una formación profesional es porque, lo mismo en la agresión del 3 de septiembre, como en la de ayer, es evidente que cuentan con un entrenamiento. Saben, incluso, qué tipo de instrumentos deben utilizar para dañar ciertas áreas y porque detrás del aparente desorden, están organizados. Hay líderes, hay incluso personas que intercambian señales, tanto con bocinas como con silbatos. Y cuano ya logran vulnerar el edificio se repliegan. Entonces, sí se vio un orden dentro del aparente caos y es, además, un movimiento que incluye la posibilidad, una vez que se dispersan, de cambiarse rápidamente la ropa”, dijo Leonardo Lomelí a pregunta expresa del diario Crónica.

Algo que fue subrayado por las autoridades es que, aunque anteriormente se habían presentado agresores con características y procedimientos parecidos, en la agresión de este 14 de noviembre hubo un número de encapuchados mayor que el que se había observado en el pasado. Ellos rompieron vidrios blindados, arrojaron petardos al interior de la planta baja de la rectoría, incendiaron la bandera e intentaron en todo caso provocar una respuesta violenta para hacer más grande el conflicto.

“Estamos en proceso de identificación de las personas que se involucraron. Es muy complejo porque vienen encapuchados y cada vez tienen estrategias más sofisticadas para cubrir su identidad. Entonces seguimos en ese proceso, particularmente desde el 3 de septiembre que fue el otro evento más reciente y grave”, dijo sobre estos grupos la abogada general, Mónica González Contró.

Por su parte, el director general de comunicación social, Néstor Martínez explicó por qué en el boletín emitido por la UNAM la noche del jueves se hizo referencia a los agresores con la palabra “comando”.

“Esto es por lo mismo a lo que se refería el Secretario General, por la estrategia y a la forma en la que estos grupos han mostrado que atacan. Es una organización perfectamente estudiada y que responde más a estrategias paramilitares que a ataques improvisados”, dijo Néstor Martínez, quien negó que la UNAM tenga información de que grupos políticos se encuentren detrás de esta agresión.

Los directivos, acompañados de los coordinadores de Difusión Cultural e Investigación Científica, Jorge Volpi y William Lee, así como de la directora de publicaciones, Socorro Venegas, deslindaron de estos hechos vandálicos a los estudiantes de la FES Cuautitlán que se habían manifestado pacíficamente antes de la agresión a la Torre de Rectoría. Esos estudiantes se habían movilizado para protestar contra casos de acoso y violencia de género que se presentaron en su campus, pero ellos llevaron un pliego petitorio explicando sus demandas.

También a pregunta expresa de este periódico, la abogada González Contró informó que hay dos carpetas de investigación abiertas, una a nivel federal, en la Fiscalía General de la República, y otra en la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México. Detalló que, hasta ahora, se pueden configurar dos delitos -destrucción de propiedad ajena y robo con violencia-, pero que conforme avance la investigación se pueden añadir más.

Delincuentes, no anarquistas

El coordinador de Difusión Cultural, Jorge Volpi, explicó que los agresores dicen ser anarquistas, pero el ataque a la librería demostró que no son miembros de ese movimiento político y filosófico.

“En términos conceptuales, mi bisabuelo fue anarquista, estuvo en la cárcel por ello, luego se vino a México, pero difícilmente podríamos compararlo con los delincuentes del día de ayer. Probablemente ellos sabrían mejor lo que es anarquismo si encontraran los libros sobre anarquismo que podría haber en la librería Henrique González Casanova. En este caso, se trata simplemente de un acto de delincuencia sin ningún sentido, sin que veamos ninguna propuesta política posible, ni siquiera la propuesta extrema del anarquismo que es la idea de una sociedad sin dios ni amo. En cualquier caso, los anarquistas tienden a atacar símbolos del poder y justo el reverso de un símbolo de poder es una librería”, dijo Jorge Volpi.

Los directivos afirman que la UNAM no permitirá la impunidad y que todo hace pensar que los encapuchados buscan sembrar violencia entre los Universitarios y mediante la provocación detonar una escalada de violencia.