El Cedabús, que Miguel Ángel Mancera anunció con bombo y platillo en 2014, aún no se termina de pagar y las 12 unidades que le costaron a la administración anterior 30 millones de pesos ya están fuera de circulación.

¿La razón?, son de manufactura china y todas las unidades presentan desperfectos.

Lo anterior lo afirmó en entrevista con Crónica el director de la Central de Abasto, Héctor Ulises García Nieto, quien, lejos de señalar a los culpables dice que el problema se tendrá que solucionar.

Recordar que, a cargo entonces de Julio César Serna, el Fideicomiso de la Ceda compró en 2014 los autobuses con 30 millones de pesos obtenidos por un financiamiento de Bansefi a siete años.

Vendidos por la empresa Higer, las unidades tenían autopartes y motores de origen chino.

La flotilla a gas natural comprimido fue presentada en el Zócalo por el entonces Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, el 22 de julio de 2014 y comenzó a operar el 1 de agosto siguiente.

Hoy están arrumbadas en uno de los estacionamientos de la Central de Abasto; ni siquiera han sido entregadas a la actual administración.

— ¿Qué se hace en esos casos?, le dejan una deuda y la infraestructura inservible— se le preguntó.

— Primero hay que pagarla, porque es una deuda ante una institución financiera, pero estamos revisando todo el asunto de los Cedabuses, lo estamos haciendo con lupa.

— ¿Hay responsables?, ¿habrá castigos?

— No me quisiera apresurar porque hay un procedimiento que hemos abierto para revisar esas cosas, una vez que concluya diremos qué es lo que pasa.

— ¿Contraloría ya sabe del caso?

— Son dos partes, la que tiene que ver con autoridades de Gobierno, tiene que ser ante Contraloría, pero la parte que tiene que ver con el fideicomiso no necesariamente tiene que ser la Contraloría.

— ¿Y esas unidades dónde están?

— Las unidades las tenemos aquí, no nos las han entregado físicamente, había un contrato incluso para su operación por una empresa privada, no era de nosotros, y lo que estamos haciendo es culminar amigablemente el contrato para que nosotros estemos, amigablemente, en posibilidades de meterle mano y ponerlas a funcionar.

“Pero mientras tanto establecimos un convenio con la RTP para otorgar la misma ruta a los usuarios”.

BANCO DE ALIMENTOS. García Nieto también nos contó que el banco de alimentos, uno de los programas prioritarios de la administración anterior, nunca existió.

“Cuando nosotros llegamos, el banco tenía un problema fiscal que todavía no se ha resuelto con Hacienda”.

No habían pagado impuestos, además no daba exenciones de impuestos a quien otorgaba mercancías para dicho fin.

REHABILITACIÓN. El funcionario aseguró que por primera vez, desde su creación en 1982, a la Ceda se le hará una cirugía mayor, que costará cerca de 500 millones de pesos.

“La olvidaron las administraciones pasadas”.

Dice que los trabajos ya comenzaron con la sustitución de la red de drenaje y la colocación de nuevo pavimento en los patios de maniobra y el circuito vial.

Estas tareas se harán de aquí a diciembre, con un costo de 500 millones de pesos, de 800 que el Gobierno de la Ciudad de México etiquetó para mejoras dentro del mercado mayorista.

Los trabajos iniciales estarán a cargo del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) y después de la Secretaría de Obras y Servicios capitalina.

Las labores se dividirán en cuatro frentes, y empezarán en el sector abarrotes y víveres en patios de maniobra y vialidades circundantes, así como en algunas zonas de la avenida principal.

Dos semanas después se intervendrá el sector frutas y legumbres y subasta.

El Sacmex sustituirá 7 mil 748 metros de tubería de colectores y atarjeas, en prácticamente todas las zonas del corredor comercial, que al finalizar mitigará las inundaciones y encharcamientos que padece, lo que mejorará sus condiciones de salubridad.

— Llevan seis meses en la Ceda, ¿cómo la encontraron?

Encontramos una manera de administrar incorrecta, encontramos créditos que hoy los tenemos que pagar y que fueron inversiones no sustentadas.

Encontramos otros créditos para pavimentos que no vemos donde se ejecutaron y también hallamos créditos para pisos que en realidad fueron pinturas para pisos, entonces son créditos que hoy debemos y que todavía estamos pagando.

Había una mala visión de cómo administrar un fideicomiso para hacerlo rentable. Todo eso lo estamos solucionando y lo estamos resolviendo.

— ¿Qué se pudo rescatar de los programas de la administración anterior? Presumieron mucho los bancos de alimentos.

— El banco de alimentos no estaba funcionando cuando nosotros llegamos, el banco de alimentos tenía un problema fiscal que todavía no se ha resuelto con Hacienda, no habían pagado impuestos y el banco de alimentos no daba exenciones de impuestos a quien otorgaba mercancías para ser distribuida.

Insisto, cuando llegamos el banco de alimentos no existía, más bien no existe en la actualidad. ¿Qué estamos haciendo? Pues estamos preparando un proyecto para establecer una distribución gratuita sin uso clientelar de los alimentos.

— En las administraciones pasadas se cedieron algunos espacios de la Ceda, ¿cuál fue el motivo?

— En ese tema nos encontramos con una opacidad.

Las otras cosas que también estamos haciendo, son que estamos transparentando absolutamente todos los procesos, por primera vez con todas las asociaciones hemos hablado de las características financieras del fideicomiso, se las dimos públicamente, nunca se les había dado a conocer, y próximamente vamos a dictaminar los estados financieros del fideicomiso en los años pasados y los vamos a presentar para lograr una transparencia en términos de lo que ingresa y cómo se gasta.