Todos tenemos posibilidades de triunfar en la vida, si enfocamos nuestra atención en proponernos metas coherentes con nuestras circunstancias actuales y vamos dando pasos hacia ellas con perseverancia, valor y actitud positiva. Actuando así por dispares que sean nuestras capacidades, es inevitable que el éxito nos sorprenda en cualquier momento.

Pero si nos descuidamos y nos dejamos abatir por la apatía, no daremos los pasos necesarios y dejaremos de pulir y acrecentar nuestras habilidades y talentos, entonces, todo ese potencial no podrá manifestarse y no prosperaremos en el logro de nuestros objetivos.

Es indispensable saber que no hay recorrido sin esfuerzo, que muchos grandes hombres han fallado infinidad de veces antes de lograr su meta, que los llamados fracasos en realidad son peldaños para ascender en la escalera del triunfo, que los problemas que se presentan son enseñanzas para no cometer errores posteriormente, que siempre hay que seguir intentando una y otra vez ser creativos, para no morirnos con la música adentro.

Tener conciencia que todos necesitamos de todos, que resulta más difícil el ascenso en soledad, de tal manera que hacer acuerdos con los demás y crear fuerzas de unión nos hará ascender más rápidamente. Las personas que necesitamos para que nos apoyen, ya están aquí, solo necesitamos encontrarlas.

Realicemos nuestras labores de trabajo con pasión, inteligencia y mesura.

Puesto que el trabajo es una herramienta para lograr tener en la vida lo que uno ambiciona. Pero sí por el trabajo dejas de disfrutar la vida, ya no vale la pena. La administración sensata de nuestro tiempo es algo que redundará en nuestra alegría y nuestra salud.

En ocasiones las pequeñas actividades cotidianas pero encauzadas al logro de nuestra meta, son las que nos van acercando al triunfo. Si dejamos todo para mañana, para el mes que entra, para el año que entra, el éxito no llegará.

Se cree que el éxito va asociado a la juventud. Eso es totalmente falso, es un mito. En realidad, muchas grandes personalidades en diferentes tipos de actividad han iniciado sus mejores empresas y creaciones alrededor de los 50 o 60 años, el paso del tiempo no significa nada si mantenemos la mente y el corazón dispuesto. Siempre hay ocasión para triunfar porque el alma del ser humano no envejece.

Celebrar y reconocer nuestros pequeños o grandes logros, nos ayuda a mantener un alto nivel de energía positiva impulsándonos a seguir adelante con más brío, puesto que una de las causas de infelicidad es el que no nos damos tiempo para paladear nuestros triunfos, acariciarlos y disfrutarlos a plenitud, siempre estamos pensando en el futuro en lugar de estar gozando lo que nos ha acontecido, esto genera una infelicidad continua porque siempre volteamos a ver más hacia afuera en lugar de simplemente disfrutar y serenar nuestro espíritu.

La valentía, la flexibilidad ante lo inexorable y la fe inamovible de que estamos protegidos por alguien superior habrá de conducirnos hacia la realización de nuestros sueños. Esto es lo que nos vuelve invencibles.

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