Opinión

El final del "Bronco" y "Tornado"

El final del

El final del "Bronco" y "Tornado"

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La comunidad empresarial de Nuevo León, harta de los políticos y los partidos tradicionales, resolvió apoyar las aspiraciones de Jaime Rodríguez, El Bronco, para ser gobernador del estado y después perfilarlo para ser candidato presidencial. Fue, para ellos, un experimento fallido.

El Bronco está a pocas horas de dejar el poder. Su amarga salida parece sepultar la posibilidad de que otro candidato independiente quiera competir en las grandes ligas. Alcaldías tal vez, pero gubernaturas quién sabe. Los empresarios le retiraron el apoyo al Bronco a la mitad del río y nadie acudió en su ayuda porque no tenía un partido o una bancada que pudiera, o quisiera, echarle una manita.

La segunda parte de su mandato, incluida su patética y tramposa campaña presidencial, mostraron las limitaciones de un personaje pintoresco, astuto, ingenioso, que simplemente no dio para más. Nada me cuesta reconocer que El Bronco hizo una campaña perfecta, diseñada con precisión, creando un personaje con jale popular, emparentado con El Piporro, que le decía “raza” a los ciudadanos y que estaba perdido por su caballo, “Tornado” que fue la estrella de la campaña y de la toma de posesión.

En los buenos tiempos, El Bronco decía frases como “se les acabó la fiesta a los bandidos” como si fuera el muchacho chicho de una película gacha de vaqueros que entra a la cantina para poner a los malandros en su lugar, Y a todos les parecía chistoso. Los ciudadanos, también harta de los partidos tradicionales que llevaron a Nuevo León a la mayor crisis de seguridad de su historia, castigaron con su voto a PRI, PAN y PRD y se pronunciaron en las urnas a favor del Bronco.

Hay que recordar, para comprender lo ocurrido, que hubo un momento en Nuevo León, días después de la tragedia del Casino Royal en el que muchos empresarios estaban listos para irse del país con todo y sus familias, y dirigir sus negocios desde algún lugar de Texas, pero no. Alguien de ellos dijo: esta ciudad es nuestra, la construyeron nuestros padres, no se la vamos a dejar a los Zetas. Y se quedaron y asumieron de manera directa la responsabilidad de la seguridad creando y financiando una nueva policía. Obtuvieron logros y por eso, envalentonados, se lanzaron a la aventura del Bronco. Querían llevar las cosas al siguiente nivel, con alcance nacional, pero su candidato se desinfló y lo cierto es que tuvo que hacer triquiñuela y media para poder aparecer en la boleta.

Durante la campaña, el Bronco o aportó ni siquiera nuevos chistes, paso como alma en pena. Quedó en un lejano cuarto lugar y a partir de entonces todo fue preparar su salida. Su administración terminó y la próxima semana Samuel y Mariana serán la nueva pareja gubernamental. Se trata de una nueva aventura, pero en esta ocasión sí hay una red protectora. El Partido Movimiento Ciudadano es una fuerza política en ascenso que ganó también la alcaldía de Monterrey y que tiene un proyecto fuerte para el 2024.

De cualquier forma, hay una amplia margen de incertidumbre. Dicen por allá que el nuevo gobernador escucha y se dejará aconsejar por gente experimentada y que su joven esposa seguirá jalando adeptos para su causa. La comunidad empresarial desde sus casonas en San Pedro. Mientras haya niveles aceptables de seguridad y los dejen trabajar no se meterán en grillas. Mientras tanto, El Bronco y Tornado marchan rumbo al ocaso.