La historia se repite. Los republicanos pierden unas elecciones, Donald Trump denuncia fraude sin pruebas. Ocurrió en noviembre, cuando el entonces presidente perdió su intento de segundo mandato, y ocurrió este martes, cuando los californianos dieron un rotundo “no” en las elecciones de revocación de mandato del gobernador demócrata Gavin Newsom.

Casi siete de cada diez votantes marcaron su boleta con la negativa a que Newsom fuera removido del Capitolio de Sacramento, como pretendían los republicanos tras lograr elecciones de revocación de mandato, alegando insatisfacción popular por haber confinado el estado para combatir la pandemia.

Más de 7.5 millones de californianos acudieron a las urnas para confirmar que el gobernador podrá concluir el mandato que ganó ampliamente en 2018 y, además, podrá aspirar a un segundo mandato.

Cuando fue consciente de que las encuestas marcaban una victoria por goleada del gobernador demócrata, Trump invocó de nuevo el fantasma del fraude, sin aportar pruebas y antes del cierre de urnas. Horas antes hizo lo propio el candidato republicano mejor posicionado, el afroamericano Larry Elder, un locutor de radio ultraconservador, declarado admirador de Trump.

Esta vez sí acertaron las encuestas, el “no” a quitar el cargo al gobernador ganó por más de 30 puntos de diferencia: 66.6 % frente a 33.3 %.

Tras un mes negro para Biden por su fiasco en Afganistán, los demócratas reciben al fin una noticia buena.