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El gobierno federal no comprará insecticidas para combatir brotes epidemiológicos en 2019

La política de ahorro obliga a apostar a que los remanentes de insecticida del año pasado alcanzarán para fumigar en el país este año

La política de ahorro obliga a apostar a que los remanentes de insecticida del año pasado alcanzarán para fumigar en el país este año

El gobierno federal no comprará insecticidas para combatir brotes epidemiológicos en 2019

El gobierno federal no comprará insecticidas para combatir brotes epidemiológicos en 2019

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Iniciaron las lluvias y entre los ahorros (o gastos no realizados) anunciados por la 4T están nada menos que los insecticidas destinados a la contención de enfermedades transmitidas por mosquitos. El gasto en el primer semestre, cuando se deben realizar para anticiparse a las lluvias fue de 0 pesos, cuando los años anteriores rondaba los 170 millones. La política de ahorro obliga a apostar a que los remanentes de insecticida del año pasado alcanzarán para fumigar en el país. Particularmente llama la atención el caso del dengue, donde hay un primer dato poco alentador. En Jalisco la secretaría de Salud del estado anunció que en el primer semestre del año se registraron 217 casos contra 58 en todo el año pasado.

El aumento puede explicarse a ciclos naturales en la población del mosquito que trasmite la enfermedad, aunque el secretario de Salud jalisciense, Fernando Petersen Aranguren, también lo atribuyó al retraso con la que la Federación entregó el insecticida que le corresponde (entre 10 y 15 por ciento del total). En otras entidades será más evidente el retraso o el atorón federal para atender este tema en la época de lluvias (cuando el mosquito se reproduce en prácticamente cualquier cabidad que almacene agua de lluvia). El zika, por ejemplo, está ingresando por el sur del país, donde los gobierno estatales tienen menos capacidad de reacción técnica y económica.

Las cifras de aumento en dengue en Jalisco fueron convalidadas por Salud federal, así como por el Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades, instancia que estaba encargada de la compras de insecticida que generalmente se concretaban entre marzo y mayo de cada año.

Justamente en mayo pasado, una misión de la Organización Panamericana de la Salud estuvo en Chiapas (uno de los estados críticos) en donde realizó un análisis de perfil de criaderos para determinar el insecticida a aplicar y el manejo de las campañas preventivas... sólo que en aquel momento la cancelación de compras para este año no era una variable conocida.

A través de comunicaciones de las autoridades federales de Salud y de dicho Centro, difundidas por la agencia de gobierno Notimex, se hizo público que se apostará a realizar labores de contención tanto del dengue como del zika y el chikungunya, señalando abiertamente que los remanentes de insecticida comprados en 2018 permitían garantizar las labores de fumigación. No obstante, se omitió señalar explícitamente que no habría nuevas compras en el primer semestre, es decir, que las erogaciones para ello serían de cero pesos, según puede constatarse ya en los datos de adquisiciones de la Secretaría de la Función Pública.

De 177 millones 243 mil 977.20 pesos en 2017; $73 millones 124 mil 521.65 pesos en 2018, este año la cifra es un cero redondo en compras de insecticida previo a las lluvias.

Las labores preventivas (de allí la participación del citado Centro) se enfocan en evitar que la población de mosquitos adultos alcance magnitudes que signifiquen una crisis de salud. El propio Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades da directrices para realizar las fumigaciones en casa habitación y entornos rurales.

En todos los casos, el periodo de efectividad del insecticida puede implicar la necesidad de repetir la operación a lo largo de una misma temporada de lluvias. En entornos menos controlados, como en sembradíos u otros terrenos de actividades agrícolas, el control tiende a complicarse aún más. Será hacia final de año cuando las estadísticas indiquen si el ahorro en insecticidas motivó o no un aumento en caso de las enfermedades transmitidas por los mosquitos.