Cultura

El INBA aún no entrega los recursos a compañías del Programa Teatro Escolar

Las 31 agrupaciones que participarán y que ganaron la convocatoria 2019, aún no tienen dinero para realizar las obras que presentarán. En algunos casos, apenas ayer se iba a iniciar el pago correspondiente

Las 31 agrupaciones que participarán y que ganaron la convocatoria 2019, aún no tienen dinero para realizar las obras que presentarán. En algunos casos, apenas ayer se iba a iniciar el pago correspondiente

El INBA aún no entrega los recursos a compañías del Programa Teatro Escolar

El INBA aún no entrega los recursos a compañías del Programa Teatro Escolar

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Hasta el cierre de la edición, ningún artista de las 31 compañías que participan en el Programa Nacional de Teatro Escolar, que convoca el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) de manera anual, ha recibido los recursos para realizar las obras de teatro que cada ciclo escolar se presentan en primarias y secundarias de todo el país. Esto a pesar de que la Secretaría de Cultura federal se comprometió a pagarles el pasado 24 de diciembre.

“El Programa Nacional de Teatro Escolar es un proyecto que tiene más de 25 años realizándose en varias entidades del país, normalmente se hacía con recursos estatales, es decir, cada entidad estatal ponía dinero para realizar funciones dirigidas a la comunidad escolar. Desde 2016 se empezó a operar con recursos federales para producir una obra y dar funciones de teatro en escuelas o llevar escuelas a los teatros”, explica Luis Arturo García, creador escénico afectado.

El número total de funciones que los artistas ofrecieron en 2016 fue de 80; en 2017 fueron 60 y en 2018 sumaron 40.

“Fueron 180 funciones en tres años por cada estado, entonces el impacto que tiene el programa es amplio porque además de ser, muchas veces, el primer contacto que los estudiantes de educación básica tienen con el teatro, también es el último”, comenta García.

El primer obstáculo de la comunidad artística inició en abril de 2019, cuando la Secretaría de Cultura no emitió la convocatoria del programa, por lo que los creadores enviaron cartas y lograron que ésta se emitiera en julio.

“Los resultados se dieron en agosto, pero para producir la obra se nos tiene que entregar un recurso que no ha llegado y, a pesar de ello, tres estados ya estrenaron la obra. La compañía del estado de Hidalgo terminó de dar las 40 funciones que produjo con su dinero y en los otros estados, Morelos y Michoacán, comenzaron a dar las funciones pero no las terminaron. El gran grueso de las entidades estamos en espera de que nos den el dinero para la producción”, detalla.

El dinero debió de ser depositado en septiembre y octubre, para que las compañías tuvieran las condiciones de producir la puesta en escena.

— ¿El dinero el programa es federal?

— Sí. Antes de 2016, el recurso bajaba de la Dirección de Vinculación Cultural de la Secretaría de Cultura; este año, al haber una reforma en todo el tema de cultura, se entregó directo al INBA y el INBA a través de la Coordinación Nacional de Teatro lo deposita a los estados, entonces los estados lo entregan a sus entidades culturales y éstas a las compañías.

“Es un proceso burocrático. Este año en particular se atrasó más de lo normal y creo que se debe a que era un recurso que las autoridades no tenían contemplado desde un principio”, expresa.

— ¿Qué motivos les dan las autoridades del dinero que les deben?

— Tuvimos una respuesta gracias a que participamos en la manifestación del pasado 23 de diciembre afuera de Palacio Nacional. Tuvimos una reunión esa misma mañana con la directora general de Vinculación Cultural de la Secretaría de Cultura, Esther Hernández; con el director de Finanzas de la Secretaría de Cultura, Omar Monroy; y con el subdirector de Administración del INBA, Pedro Fuentes Burgos.

“Esa tarde se acordó que el Programa Nacional de Teatro Escolar se pagaría entre el 23 y 24 de diciembre en los estados para que se alcanzara a tramitar el año pasado y pudiera ser un recurso que se aplicara en 2019. Eso no sucedió, se depositó a todos los estados hasta el 31 de diciembre y ahí depende de cada entidad estatal cómo baja el recurso”, responde.

El punto es que hoy 10 de enero de 2020, añade Luis Arturo García, en el caso de la Ciudad de México, se está pidiendo que se regrese el dinero por no corresponder al año fiscal.

“El dinero se depositó a todos los estados el 31 de diciembre y en la mayoría de los estados no están teniendo inconvenientes del trámite; sin embargo, en mi caso y en el caso de Morelos ese dinero se está pidiendo que se regrese como si no se hubiera ejercido en el año fiscal”, señala.

Eso es un atropello, externa. “Se trata de un tema burocrático sobre ejercicio de recursos, sobre la fecha en que se depositó el dinero a las instancias estatales y cómo las instancias estatales deben de ayudar a solucionar esta problemática”.

La única opción que tiene Luis Arturo —según informaron las autoridades locales en una reunión celebrada ayer— es que la directora del INBA, Lucina Jiménez, envíe un oficio firmado a Alfonso Suárez del Real, secretario de Cultura de la Ciudad de México, para que el recurso pueda ejercerse en 2020.

“Porque ni la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México va a modificar sus reglamentos y eso implicaría que el dinero fuera regresado en su totalidad al INBAL, que se volviera a hacer nuevamente todo el trámite. Es un absurdo, pero así es nuestra burocracia. Esto refleja que las estructuras burocráticas siguen siendo las mismas, no existen los canales ni los medios para que el ejercicio de los recursos sea aplicado en tiempo y forma”, enfatiza el creador.

— ¿Ya inició la liberación de pagos?

— En algunas compañías ayer se estaban tramitando las facturas, por eso me atrevo a hablar a título de la Ciudad de México; los otros representantes de los otros estados tuvieron reuniones con las secretarías estatales y hasta ayer en la noche se informaría el estatus en cada estado.

ACUERDOS INCUMPLIDOS. Una de las consecuencias de no otorgar los recursos es que los artistas deben cambiar sus calendarios, ya que la Secretaría les pide entregar un cronograma de cómo se están haciendo las actividades.

“Se tienen que dar funciones de manera urgente para poder terminar el plazo que es antes del 30 de marzo. Entonces, las condiciones en que se dan las funciones no son las óptimas, a nosotros nos importan las niñas y niños de primaria y secundaria porque son a quienes tendríamos que dejarles una enseñanza y semilla para que consideren que el teatro y todas las artes son una herramienta de expresión”, indica Luis Arturo García.

Los artistas del programa nacional de teatro escolar lograron tener una segunda reunión en febrero con las autoridades federales a reserva de tomar acciones en determinado caso de que no se cumplieran los acuerdos.

“Hay acuerdos que no se han cumplido. Tenemos planteado estrenar el 20 de enero, pero todo se va retrasando, vamos contrarreloj. Es un tema que tiene que ver con no buscar que los proyectos se realicen en las mejores condiciones”, indica.

SIN DERECHO A LA CULTURA. “Tengo detenido todo el diseño, lo tengo en boceto, tengo todo listo para que se construya”, platica Braulio Amadis, escenógrafo beneficiario del Programa Nacional de Teatro.

“Se les debe el 80% de los pagos a artistas, en el programa nosotros teníamos la fecha de empezar este mes, la semana que viene, pero lo que sucedió es que no se liberó el recurso para hacer escenografía, vestuario; los actores sí han ensayado, pero no hay una fecha clara de presentación”, explica.

Braulio Amadis comenta que no recibir recursos es retrasar el acceso a un derecho que es universal: el acceso a la cultura. “Este programa funciona bastante bien y muchas veces en las escuelas es el primer acercamiento que un niño tiene con una obra de teatro. Es importante el programa porque es fomento al público y no está siendo prioridad”.

El atraso de pagos, comenta, es algo de muchos años “y no se ve la intención de cambiarlos. La ciudadanía votamos para que hubiera una transformación y un cambio. Lo que se debe cambiar son las estructuras y no los discursos”.