
El pasado día de asueto es una fecha cargada de gran significado para México, pero también para el mundo entero, lo cual es producto de la continua lucha librada por el movimiento obrero internacional por medio del cual se nos han heredado, a quienes desempeñamos una profesión, logros históricos como la jornada laboral de ocho horas, salubridad en las instalaciones de trabajo y condiciones dignas en el ejercicio de nuestras actividades profesionales.
Cada 1 de mayo se abre la puerta a la reflexión y a la reafirmación de nuestros objetivos como trabajadores, pues nos ayuda a memorar a una sólida lucha que tuvo origen en los Estados Unidos y que se consolidó en 1886, a partir de una importante paralización de obreros en diversas entidades, principalmente en Chicago, y que suscitó una confrontación entre las fuerzas policiales estadunidenses y huelguistas. Este hecho dejó a su paso a algunos hombres caídos en lucha y varios heridos, quienes demandaron un mejor trato en las relaciones obrero-patronales, que hoy en día son ya una realidad.
Los Mártires de Chicago, que es como se conoce a los combatientes surgidos del movimiento obrero mundial, son el semillero de hombres y mujeres que han dado continuidad a las exigencias no sólo al exterior, sino al interior de nuestro país. Por ello que el primer día de mayo sea contemplado como una fecha de descanso obligatorio en nuestra Ley Federal del Trabajo, particularmente en su artículo 74, fracción IV.
A la vez que celebramos este legado, debemos reconocer las décadas de logros laborales que se han alcanzado desde la Constitución de 1917 y que van desde los derechos de contratación colectiva, la estipulación del salario mínimo, la repartición de utilidades, hasta el derecho de huelga y la organización sindical. Sin duda, se han ido ampliando y ganando terreno hasta nuestros días, donde se promueve la igualdad de los salarios entre hombres y mujeres y se han fortalecido los Tribunales de Conciliación y Arbitraje para dirimir controversias.
A ello debemos sumar que durante los últimos cuatro años se han creado poco más de 2.7 millones de empleos formales, lo que, sin duda, es una de las cifras más altas de las que se tienen registro para un periodo similar. Al inicio del sexenio se tenían registrados 16.2 millones de empleos, pero, justamente, con este incremento, hoy ya contamos con alrededor de 19 millones de trabajos registrados ante el IMSS; lo que quiere decir que estamos muy cerca de llegar a la meta propuesta por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto para el año 2018.
No es de olvidar que los trabajadores mexicanos también han ido ganando mayores prestaciones formales derivadas de los empleos formales, tales como los otorgados por el Infonavit y el Fovissste, que ascienden a los 2.8 millones de pesos en créditos para vivienda; asimismo, el Infonacot ha entregado créditos con tasas preferenciales que superan los 55 mil millones de pesos, lo que son noticias positivas para la sociedad.
Sigamos trabajando juntos para paliar el desempleo y la desocupación, y sigamos luchando por el México de los trabajadores.
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