En México, pocos artistas del siglo XXI hacen arte relevante con repercusión global, difícilmente tienen un mercado objetual internacional y las instituciones nacionales suelen no exportar sus curadurías. Esto torna endémico al arte nacional y es base para el mercado local de favores.

A partir de la necesidad de sobrevivencia inmediata, el temor a no pertenecer genera corrección política; así, el artista de discurso y comprobable innovación histórico-estética o postura crítica es desplazado por el artista de “oficio” y por la inversión de mucho dinero en la producción y promoción de este arte, donde este último es sustituido por el mercado de favores en sectores privados e institucionales por artistas y agentes que son más importantes por su red de contactos, que por su discurso sobre el arte.

En el sector privado, además de las clases sociales del arte internas (ver Artgenetic 14ABR2018) se segrega a artistas y a otros por su propia clase social, que incluye, racismo, nula movilidad social, pobreza, no tener “alcurnia” o familiares en el medio, etc. ¿Las subastas altruistas retan la existencia de ferias de arte objetual y las galerías serán sustituidas por fundaciones?, ello con el fin de hacer “favores” sociales con los cuales deducir impuestos.

En el sector institucional, el mercado de favores tiene como eje que un curador, para incluir artistas en una exposición, impartir un taller, o ganar un premio, los obliga a acomodar su obra a la historia de la propia institución o a las temáticas o posturas críticas impuestas por curadores y funcionarios. ¿Muchas bienales o exposiciones sirven para que artistas incluidos se “endeuden” con curadores e instituciones?, ¿la inevitable interacción entre galerías y museos, termina siempre por convertirse en una cadena de favores entre el sector institucional y el privado o de patrocinio?.

El mercado de favores es el grado máximo de estancamiento de una cultura, arte, sociedad o economía: ¿Has sentido la esquizofrenia de a quién es conveniente saludar o no?

@artgenetic