
Después de la caída del imperio mexica surgió un nuevo orden político, social y religioso de donde surgió el mestizaje cultural, no obstante, este ya se había dado años antes de que comenzara La Conquista de México, señaló el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma en la conferencia La Conquista de México y el mestizaje cultural que impartió como parte del Ciclo de Conversatorios Virtuales de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Guerrero.
Siete años antes de que Hernán Cortés llegara a Cozumel huyendo de Cuba y de su gobernador, Diego Velázquez, náufragos españoles habían llegado a tierras mayas. Hasta el arribo de los 11 navíos de Cortés, quien antes de llegar ahí lo desconocía, permanecían dos españoles: Gonzalo Guerrero y Jerónimo de Aguilar.
“Gonzalo Guerrero fue el primer español casado con una indígena maya que, además, tuvo hijos”. En el momento en que es contactado para unirse a la máquina conquistadora, él ya se sentía un maya más y, por tanto, se niega a irse con ellos. “Se dice que Gonzalo murió más tarde peleando junto a los mayas contra los españoles”.
Por el otro lado, explicó el arqueólogo reconocido con el Premio Crónica, Jerónimo se va a las naves con Hernán Cortés y es recibido. Al haber pasado muchos años en estas tierras, ya hablaba maya, pero se le comenzaba a olvidar el español. No obstante, su conocimiento es fundamental para la Conquista como intérprete.
En esa parte de la costa que corresponde a los mayas, Cortés había sido recibido violentamente y tuvo sus primeras bajas, lo mismo cuando llegan por Tabasco donde se da la Batalla de Centla, donde los oriundos de la región tuvieron más pérdidas. “A partir de ahí, los caciques se reúnen y obsequian 20 mujeres al capitán español, entre ellas, la Malinche, quien dominaba el maya chontal, el yucateco, el náhuatl y quizá el totonaca. La combinación de Jerónimo de Aguilar y la Malinche va a servir para La Conquista”.
Cortés continúa su viaje y llega a Veracruz, donde es recibido de buena forma, se le dan basamentos y se les presentan las primeras quejas en contra del imperio mexica. “Los totonacas de la costa señalan que son tributarios del señor Moctezuma II”. Al ver este panorama, Cortés establece la Villa Rica de la Veracruz, se nombra capitán y encalla las naves.
Siguen avanzando y nuevamente en Tlaxcala son recibidos de forma bélica, pero finalmente el consejo tlaxcalteca aprueba que deben apoyarlos en contra de Tenochtitlan. El autor de La muerte entre los mexicas destacó que, para ese momento, Cortés ya contaba con un ejército impresionante de cempoaltecas y tlaxcaltecas que iba en aumento.
Otro aspecto importante, agregó el miembro de El Colegio Nacional, es que Cortés preguntó a través de los traductores cómo era Tenochtitlan, qué era lo que iba a enfrentar y le dan una descripción detallada. “De esta forma, antes de llegar ya tenía una información de cómo era la ciudad, sus avenidas, puentes, etcétera”.
Los españoles continúan avanzando y llegan finalmente a Cholula, población que estaba bajo en control de Moctezuma. Aquí, Cortés se adelanta aun ataque sorpresivo en contra de sus tropas y hace una fuerte matanza en la que triunfa y continúa su camino con tropas aliadas.
El ocho de noviembre de 1519, los españoles entran por Iztapalapa al territorio mexica y posteriormente Cortés llega con Moctezuma. Éste lo recibe e instala en el Palacio de Axayacatl y, una vez ahí es avisado de que llegó una flota al mando de Pánfilo de Narváez a detenerlo por orden de Diego Velázquez y viaja hacia allá dejando a Pedro Alvarado al mando.
Alvarado ataca a los indígenas en la Matanza de Tóxcatl y cuando Cortés regresa se da cuenta que no hay nada que hacer. “Muere Moctezuma, su cuerpo es arrojado a unos canales y viene la Noche Triste”
Los españoles llegan a Tlaxcala, comienzan a hacer los bergantines para La Conquista de México, Tenochtitlan y Tlatelolco caen. Surgió un nuevo orden político, explicó Matos, donde es significativa la escena en la que capturan a Cuauhtémoc y lo llevan ante Cortés.
Matos puntualizó que lo que Cuauhtémoc dice a Cortés con ayuda de los traductores es: “señor, he hecho lo posible en la defensa de mi ciudad y mi gente y ya no puedo más. Me traen preso ante tu persona y poder, por tanto, toma el puñal que tienes en el cinto y luego, mátame con él”. Sin embargo, lo que quería decir era: “sacrifícame, porque ese era el destino de los guerreros capturados en combate, la muerte digna”. No obstante, Cortés lo perdona para, más tarde, ahorcarlo en un juicio sumario.
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