Opinión

El pejelagarto por su propia boca muere

El pejelagarto por su propia boca muere

El pejelagarto por su propia boca muere

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Luego de las críticas que ha enfrentado Andrés Manuel López Obrador por su alianza con el Partido Encuentro Social (PES), el político tabasqueño ha dicho que la coalición es un acto de “fundamento moral” y ajeno a la política, incluso, argumentó que dicha fusión es un reflejo de que en Morena hay respeto a la libertad de creencias.

“En Morena hay millones de católicos, millones de evangélicos de todas las denominaciones y libres pensadores, estamos unidos, porque queremos la transformación del país, pero somos respetuosos de las libertades, por eso esta alianza es muy importante…”, así defendía López Obrador su disposición de ir en alianza mientras al interior de su partido se cocinaba una rebelión de sus propios militantes por no tomarlos en cuenta y mucho menos a sus delegados y coordinadores, toda vez que les impuso a todos ellos, una decisión unipersonal.

Por si fuera poco, durante su registro como precandidato a la Presidencia de la República por Encuentro Social, López Obrador se aventó la puntada de asegurar que el PES no representa a la ultraderecha y lo pone como un partido con el que tiene más coincidencias que diferencias con Morena, y si bien, tener cierta ideología no es nada malo, sí lo es cuando se descalifica a otras alianzas como la del PRD con el PAN, misma a la que el de Macuspana nunca ha dejado de atacar e insultar a tal grado de mencionar que el Frente Ciudadano por México es “gatopardismo” y un “régimen de simulación”, además de que según él, la alianza del Frente está marcada por la “promiscuidad”.

Por ello, hay quienes aseguran que el mayor enemigo de López Obrador es el mismo López Obrador, pues uno de los grandes problemas del tabasqueño es ser hablador y de ahí el título de estas líneas: “El pejelagarto por su boca muere”, pues ha sido el único político que, en aras de ganar reflectores, propone una amnistía a narcos y al crimen organizado, propuesta que, por cierto, ni en los tiempos difíciles de Colombia fue aceptada.

Por ese problema retórico del tabasqueño cada que descalifica y arremete contra el Frente Ciudadano, la crisis al interior de su franquicia que es Morena, se agudiza, pues sus seguidores no dudaron en recordarle el artículo 9 de sus estatutos en el que se señala que: “La formación política trabajará por el respeto a los derechos humanos y en contra de la violencia; contra la discriminación social, laboral, política, violencia homofóbica, de género y étnica…”  con ello, queda claro que su alianza, bautizada como “Juntos haremos historia”, contradice la norma e ideología de Morena.

Por si fuera poco, Encuentro Social también contradice su ideología provida, mientras que en Morena se piensa distinto, toda vez que existen intelectuales, feministas y defensores de los derechos humanos que no comparten el discurso del PES; basta revisar una versión estenográfica de cualquier debate que se haya dado en la Asamblea Constituyente, para darse cuenta de la diversidad de ideas encontradas entre ambos partidos, mismos que hoy, con su alianza, representan una “mezcla o confusión desordenada de cosas diversas”, tal y como dice el verdadero significado de promiscuidad.

Y volviendo a la crisis interna de Morena, recordemos que ésta surgió en parte por la alianza pero también porque en la Cámara de Diputados el PES presentó una iniciativa de reformas constitucionales que en pocas palabras, pedía que se eliminara de la Carta Magna la educación laica, además de “promover la concepción única de familia y prohibir el aborto”. A final de cuentas, dichas iniciativas fueron desechadas, por la presión de organismos autónomos y sociedad civil que se opusieron rotundamente.

Aun con ello, damos el beneficio de la duda a su alianza, pero, haciendo alusión a su eslogan, vaya que juntos harán historia, que por cierto ya estamos leyendo en ella que Andrés Manuel López Obrador es capaz de todo, incluso hasta de vender sus principios por unos cuantos votos y, ojo, eso no es un “compló” pues no lo dicen sus contrincantes sino sus propios simpatizantes y personalidades del ámbito académico, intelectual y social, quienes han exigido a su dirigencia nacional desistirse de la alianza con el Partido Encuentro Social.

Y de Pilón:

Y hablando de aberraciones. A pesar de que organismos internacionales recomendaran al gobierno mexicano no aprobar la Ley de Seguridad Interior, ésta quedó avalada en la Cámara de Diputados sin mayor problema por la abrumadora aplanadora que conforman el PRI, PVEM y Nueva Alianza y que por cierto, será la última, por lo que ahora diez organizaciones de diferentes partes del mundo han hecho un llamado a la Presidencia de México para que ejerza su facultad de veto con dicha ley y no entre en vigor y pueda poner en riesgo las garantías individuales y la libertad de expresión y libre manifestación, por lo que celebro que también desde San Lázaro, la bancada del PRD haya tomado la iniciativa de recabar, tal y como lo dice el artículo 105 de la Constitución, 165 firmas de diputados federales, es decir, el 33 por ciento del total de legisladores, para impugnar dicha ley que, a todas luces, lejos de brindar seguridad, vuelve a todos más inseguros.

Twitter: @julioc_moreno