Reformar la Ley General de Cultura y Derechos culturales; revitalizar el Fonca para que establezca nuevos programas y convocatorias que alienten el desarrollo de proyectos de mediano plazo, así como la participación activa de comunidades urbanas y rurales en todo el país y consolidar un sistema estatal de apoyo al bienestar social de los trabajadores de la cultura para ofrecerles guarderías, asistencia médica, vivienda, créditos y jubilación, son algunas propuestas que reúne el documento Para salir de terapia intensiva. Estrategias para el sector cultural en el futuro en el que se destaca la imperiosa necesidad de tomar medidas federales y estatales para que podamos regresar a la nueva normalidad con un ecosistema cultural sano.

En videoconferencia de prensa el coordinador de CulturaUNAM, Jorge Volpi, destacó que el sector cultural se encuentra en terapia intensiva, en coma, derivado a que la mayor parte de sus trabajadores están en absoluta emergencia.

Junto a este documento, y también disponible, de forma gratuita, en culturaunam.mx, se presentó un Estudio de opinión para conocer el impacto del COVID-19 en las personas que trabajan en el sector cultural y se anunció una serie de foros impulsados por la Cátedra Inés Amor, bajo el título El sector cultural tras la pandemia: reflexiones críticas que se realizarán a partir de este mes hasta diciembre del 2020.

“Reconocer que la cultura está en una situación crítica sería el paso previo para poder tomar medidas de urgencia enfocadas, para saber a dónde y cómo aplicar estrategias de recuperación; después hay que decir: no basta destinar recursos para este sector, sino que es indispensable tener una radiografía de la situación a fin de evitar paliativos milagrosos frente a las violentas políticas de austeridad”, expresó Graciela de la Torre, titular de la Cátedra Internacional Inés Amor en Gestión Cultural”.

Estas tres herramientas fueron presentadas el 22 de junio a la secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto Guerrero, así como a los secretarios de Cultura de todos los estados del país, puntualizó Volpi. “Se trata de que haya un punto de partida, una discusión a partir de la revisión de estas propuestas, así como una invitación a participar en los foros. Este es el inicio de una discusión crítica”.

PROPUESTAS. Partiendo de la identificación de problemáticas actuales, en el documento se establecen propuestas que atraviesan desde los marcos normativos, la carencia de una radiografía del sector cultural, así como el presupuesto del mismo y los estímulos fiscales, hasta los derechos culturales y políticas públicas de pueblos originarios, así como líneas estratégicas a corto, mediano y largo plazo.

Al respecto, Francisco Ibarra Palafox, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, destacó que entre las acciones más urgentes en legislación cultural es reformar la Ley General de Cultura y Derechos culturales, así como a su reglamento “para generar una política cultural que incluya una visión más democrática y promueva la autogestión, transversalidad sustentabilidad cultural, participación de las universidades públicas, así como el cumplimiento del mandato constitucional que reconoce los derechos culturales como derechos humanos”.

La propuesta también incluye, entre otras, la elaboración de una ley de museos que permitiría encontrar fuentes de financiamiento para la red que existe; así como una ley de mecenazgo para promover, proteger y asegurar los derechos culturales, para lo cual se debería modificar la constitución.

ESTADÍSTICAS. La UNAM realizó una encuesta a 4 mil 168 personas del 11 al 22 de mayo para elaborar una radiografía concreta de la situación cultural tras la pandemia. Este sondeo evidenció que la mayor parte de la muestra (19.5%) tenía un ingreso mensual de 10 a 15 mil pesos al mes, que el 52.4% tiene dependientes económicos; que el 53.2% es trabajador independiente y que para el 60.4% la pérdida financiera por la crisis sanitaria hasta el 15 de mayo fue mayor a 11 mil pesos.