Cultura

El valle de Tehuacán-Cuicatlán, inscrito como Bien Mixto en la lista de la UNESCO

La institución señala su importancia cultural y natural. Reafirma México su posición como país con mayor número de sitios patrimonio mundial en América, señala Enrique Peña Nieto

Un paisaje árido con cactus y montañas al fondo
Un paisaje árido con cactus y montañas al fondo Un paisaje árido con cactus y montañas al fondo (La Crónica de Hoy)

El Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO, durante su 42 sesión que se celebra en Manama, Baréin, ha inscrito en la lista de este organismo 19 nuevos sitios protegidos, entre los que está el valle mexicano de Tehuacán-Cuicatlán en la categoría de Bien Mixto, por su valor natural y cultural.

Con la inscripción de este sitio, México reafirma su posición como el primer país en el continente americano y el séptimo a nivel mundial con el mayor número de bienes incluidos en dicha lista, con 35: 27 culturales, seis naturales y dos mixtos, comentó el presidente de la República, Enrique Peña Nieto.

La secretaria de Cultura, María Cristina García Cepeda, refirió que la inscripción de esta zona de gran riqueza natural y cultural es fruto del trabajo combinado de académicos, ambientalistas, antropólogos, promotores culturales y diplomáticos mexicanos.

En comunicado, el titular de la Semarnat, Rafael Pacchiano Alamán, dijo que esta declaratoria de la UNESCO es un privilegio para México, pero sobre todo un compromiso con el mundo. Subrayó que en la presente Administración se ha logrado la inscripción de cuatro sitios como patrimonio: El Pinacate y Gran Desierto de Altar, Calakmul, Revillagigedo y ahora Tehuacán-Cuicatlán, cuya conservación “ya no es un compromiso sólo con los mexicanos, sino con toda la humanidad”.

El recién inscrito bien mixto se encuentra en el centro-sur de México, entre los estados de Oaxaca y Puebla dentro del Área Natural Protegida Reserva de la Biósfera Tehuacán-Cuicatlán, tiene una superficie de 145 mil 255.20 hectáreas, con una zona de amortiguamiento de 344 mil 931.68 hectáreas.

El Valle evidencia la adaptación del ser humano a lo largo de un periodo de más de 14 mil años, por medio de sistemas de irrigación, la domesticación de plantas, sistemas agrícolas y prácticas complementarias con el uso de cactáceas y la producción de sal, asentamientos residenciales y diversos sistemas políticos, religiosos y lingüísticos. En este tiempo, los pobladores utilizaron sistemas de irrigación, domesticación de plantas, sistemas agrícolas y prácticas complementarias con el uso de cactáceas y la producción de sal, asentamientos residenciales y diversos sistemas políticos y religiosos.

También fue testigo del surgimiento de las lenguas proto-otomangues que dieron lugar a la familia lingüística más antigua y diversificada del continente americano.

Sobre lo anterior, el comisionado nacional de Áreas Naturales Protegidas, Alejandro del Mazo Maza, explicó que Tehuacán-Cuica­tlán se encuentra ubicado en la zona árida o semiárida con mayor biodiversidad en el continente americano, alberga ecosistemas y especies únicas en el mundo, que incluye el 70 por ciento de las familias de flora a nivel mundial y más de 3 mil especies de plantas vasculares, de las cuales el 10 por ciento son endémicas.

Destacó los inmensos bosques de cactus donde aún pueden encontrarse ejemplares de biznagas gigantescas que fueron utilizadas por el hombre hace más de mil años.

En este entorno natural se encuentran cinco de las seis especies de felinos que se distribuyen en México, como el jaguar (Panthera onca) y el puma (Puma concolor). También es territorio de anidación del águila real (Aquila chrysatetos), especie emblemática de México, y la guacamaya verde (Ara militaris).

Por su parte, Diego Prieto Hernández, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), subrayó que con esta inscripción en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, se reconocen los valores naturales y culturales de este espacio como una riqueza perteneciente a toda la humanidad.

La integración del Expediente Técnico de nominación se llevó a cabo mediante el trabajo conjunto, interdisciplinario e interinstitucional de diferentes instancias y sectores del Gobierno de México y de la academia, coordinados por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp-Semarnat) y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Secretaría de Cultura), en el que participaron investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), en estrecha colaboración con los gobiernos de los estados de Oaxaca y Puebla.

Y la promoción del Expediente Técnico entre los países miembros del Comité del Patrimonio Mundial contó con el valioso apoyo de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

La evaluación y reconocimiento a la candidatura mexicana contó con la intervención de 15 delegados de los siguientes países miembros del comité: Australia, Azerbaiyán, Baréin, Brasil, Cuba, España, Guatemala, Hungría, Kuwait, Noruega, San Cristóbal y Nieves, Tanzania, Túnez, Uganda y Zimbabue.

La nominación de este bien mixto mexicano atiende también los objetivos del Plan de Acción para el Patrimonio Mundial en América Latina y el Caribe (2014-2024), en cuanto a reforzar la credibilidad de la Lista del Patrimonio Mundial; asegurar la conservación eficaz de los bienes del patrimonio mundial; garantizar el desarrollo de capacidades, particularmente en el apoyo en la preparación de propuestas de inscripción a la Lista; y en el fortalecimiento del papel de las comunidades en la correcta implementación de la Convención para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural, de 1972.

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