
Frase clásica
Han transcurrido seis administraciones de gobiernos federal y capitalino y durante las casi tres décadas transcurridas, nadie sugirió y menos ordenó reiniciar el archivo de esa corporación, ni siquiera porque en varias series televisivas y numerosas películas policiales, sobre todo estadunidenses y francesas, los archivos de esas corporaciones han sido los héroes de las tramas con los aportes de información que proporcionan sobre los bellacos de sus historias.
Intenté obtener alguna información en la Wikipedia sobre el tema de esta entrega y sí, me encontré una a mi juicio sensacional, gravísima y trascendente en cuanto a que ahí se hace alusión a las policías secundarias de la capital, pero en ningún espacio aparece el nombre de la Policía Preventiva. Esto sucede porque como se trataba de desaparecerla, la reforma delamadridista cambió su nombre por Secretaria de Seguridad Pública, que incorporó al órgano policial, pero existe la Secretaría de la Defensa Nacional, que tiene en su seno al Ejército Nacional. ¿Es correcto lo ocurrido con el órgano policial de la capital del país, habida cuenta de que las instituciones en sí mismas no son delincuentes, sino instrumentos de la corrupción humana, que es la enmierdadora oficial de todas las cosas y de todos los tiempos…
Pero ahora, la situación ha empeorado para esa corporación, ella sí que innombrable…
Lo que todavía la población capitalina conoce como la Policía Preventiva puede detener cantidades importantes o menores de delincuentes en plena flagrancia y entregarlos en la delegación respectiva, pero a la postre los jueces van a declarar la formal prisión de una cantidad irrisoria de esos individuos porque la verdad monda y lironda es que los ministerios públicos todavía no dan en el blanco de entender cómo realizar su acción y las carpetas de investigación que elaboran para los jueces no dan a éstos toda la serie de elementos formales que ahora se necesitan para mandar tras las rejas a una persona…
Usted se quedó en su cargo para sacudir muchos muebles, roperos y alacenas del gobierno capitalino. No es usted el responsable de lo que acabo de narrar, pero las cosas continuaron como antes de su administración. Échele un ojo, por favor, a esta situación, no vayan a salir por ahí algunos esqueletos cuando ya no esté, y…
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