
En el marco de la histórica Cumbre Intercoreana que duró 110 minutos, celebrada ayer en la zona fronteriza de Panmunjom, los líderes de las dos Coreas, Kim Jong-un, por el norte, y Moon Jae-in, por el sur, sellaron su acuerdo con la firma del documento denominado “Declaración de Panmunjom para la Paz, la Prosperidad y la Unificación de la Península Coreana”, en la que se comprometen a la completa la desnuclearización en ambos territorios e intentar, antes del fin de año, poner fin a la guerra de forma permanente, la cual comenzó en 1950.
“Sur y Norte confirmaron su meta común de lograr una península libre de armas nucleares a través de la completa desnuclearización”, se explica en la declaración firmada por ambos líderes tras sus conversaciones en la militarizada frontera intercoreana.
Asimismo, pactaron impulsar una reducción de los arsenales militares, el cese de actos hostiles, la conversión de su frontera altamente militarizada, en una zona de paz y el impulso de conversaciones multilaterales con otros países, incluido Estados Unidos.
Seúl reconoce además en el texto, el peso que tienen en este sentido los gestos adoptados por el régimen de Pyongyang, que recientemente comunicó que congela sus pruebas nucleares y de misiles y que cierra su centro de pruebas atómicas.
“Las dos partes acuerdan cumplir con sus roles y responsabilidades, ya que ambos países reconocen que las medidas adoptadas por Norcorea para la desnuclearización de la península tienen una importancia significativa y son una medida capital”, reza el documento.
Tras la firma del pacto, el líder norcoreano, Kim Jong-un, dijo que se esforzará “por lograr la paz en la península y por cumplir lo escrito en la declaración”, aunque no mencionó específicamente en ningún momento el término “desnuclearización” o el programa de armas atómicas norcoreano.
La cumbre de ayer, la primera celebrada entre líderes de las dos Coreas en 11 años, supone un importante giro para la situación en la península, marcada en 2017 por los continuos ensayos de armas del régimen y sus intercambios de amenazas con el presidente de EU, Donald Trump.
De hecho, Kim y el propio Trump se han comprometido a celebrar otra en mayo o junio para tratar también la desnuclearización de Pyongyang.
De celebrarse, supondría el primer encuentro de líderes de estos dos países tras casi 70 años de confrontación iniciadas con la Guerra de Corea (1950-1953) y de 25 años de negociaciones fallidas y tensiones a cuenta del programa atómico norcoreano.
-Desnuclearización completa e impulsar una reducción de los arsenales militares.
-Firma de un tratado de paz que ponga fin definitivamente a la guerra: tienen que firmarlo los otros países que suscribieron el armisticio en 1953: Estados Unidos y China.
-Retomar las reuniones de familias separadas, el 15 de agosto.
-Estrechar las relaciones bilaterales y retomar el proyecto para conectar las dos Coreas por tren.
-Moon Jae-in visitará a Kim Jong-un en Pyongyang en otoño próximo.
-Kim prometió a su homólogo del sur que hoy las cosas son diferentes: “Vine aquí para poner fin a una historia de confrontación”.
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