Cultura

“En estos tiempos, no existe aburrimiento si están los libros”

Para sentirse vivas, las personas recurren a la literatura, dice en videocharla Sergio Ramírez, Premio Cervantes. Después de la pandemia “el juego va a volver a comenzar con renovada brillantez”.

Para sentirse vivas, las personas recurren a la literatura, dice en videocharla Sergio Ramírez, Premio Cervantes. Después de la pandemia “el juego va a volver a comenzar con renovada brillantez”.

“En estos tiempos, no existe aburrimiento si están los libros”

“En estos tiempos, no existe aburrimiento si están los libros”

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

"Cuando terminan las grandes tragedias y pestes, la humanidad se entrega a vivir con renovado brillo", expresó ayer el escritor nicaragüense y Premio Cervantes 2017, Sergio Ramírez (Masatepe, 1942), durante la videocharla que entabló con Berna González Harbour como parte de las actividades Autores en cuarentena que organiza el Festival Centroamérica Cuenta.

El autor de Ya nadie llora por mí y A la mesa con Rubén Darío habló de cómo ha pasado el tiempo en aislamiento, de las lecturas que ha hecho, del complicado escenario para el mundo literario y de que afortunadamente “en estos tiempos, no existe aburrimiento si están los libros”.

Sergio Ramírez compartió su tristeza al leer el comunicado de la asociación de librerías en Buenos Aires pidiendo auxilio al gobierno por el cierre temporal de librerías, mismo sentimiento que experimentó cuando se imaginó un recorrido por las calles de Madrid.

“Me imagino por un recorrido por las librerías de Madrid y ver sus luces apagadas… a alguien que vive de los libros y para los libros, se le encoge el corazón. Es uno de los grande déficits, que veremos cómo se llenará. Es un mal tiempo para las novedades literarias”, dijo a través de Facebook Live.

Ante la pregunta de cómo mira el panorama de las artes, Sergio Ramírez destacó que a pesar de la crisis, las personas saldrán adelante de la mano con la literatura.

“Es una crisis muy profunda que nos va afectar muchísimo pero no sé cuánto en el sentido de civilización, de cómo va a ser la cultura en el futuro. Esta pandemia tan brutal traerá consecuencias no sólo para los años venideros, sino para futuras generaciones. Pero pensando en mejores términos, estamos en una crisis donde todos quedan enteros”, indicó.

El Premio Cervantes 2017 comentó que hoy no se vive una guerra donde la infraestructura de los países queda destruida.

“Aquí todo empezará de nuevo y como sucede después, eso nos lo enseña la misma cultura y la humanidad, cuando terminan estas grandes tragedias y pestes, se entrega a vivir con renovado brillo. Hay un gran entusiasmo en el ser humano por la cultura, por la literatura, por llenar los teatros, por oír música, es decir, saber que estamos vivos”, dijo.

Por lo tanto, agregó que las personas para sentirse vivas recurren a la literatura. “Tiene mucho que ver con la literatura, con la lectura de la vida de otros seres que no somos nosotros y que quisiéramos ser. Creo que el juego va a volver a comenzar con renovada brillantez”.

PROCESO CREATIVO. Una de las preguntas que la escritora Berna González Harbour hizo a Sergio Ramírez fue cuántas capas de encierro ha descubierto durante estos días de aislamiento.

“Existimos los que estamos acostumbrados a los encierros y existen los acostumbrados a estar en la calle constantemente, por tanto, el encierro les molesta más. Yo soy de los que disfruta mucho encerrarse a escribir, pienso que sin encierro no hay literatura posible, aunque existen estos escritores —la historia literaria lo dice— que escriben en la mesa del café, como Sartre, en medio del rumor, de la gente, de las voces, de las distracciones”, señaló.

A pesar de ello, Sergio Ramírez se ha dado cuenta que los escritores vuelan con dos alas: el encierro y los viajes.

“Los congresos, festivales y la exposición ante el público se ha vuelto una parte esencial de la escritura en este tiempo donde la literatura necesita respirar fuera del encierro. Ésa es la parte que siento mutilada, la siento suprimida y es paradójico porque al mismo tiempo me doy cuenta, que ese tiempo que dedicaba a andar fuera, montado en los aviones para ir a encuentros literarios, son horas que la pandemia me regala para escribir”, indicó.

¿Es muy difícil abstraerse de lo que está sucediendo afuera al momento de escribir?, le preguntó González Harbour, a lo que Ramírez respondió que durante sus primeros días de encierro vivió la dispersión de la mente por el bombardeo de noticias.

“Eso me ha pasado con la lectura, me era imposible fijar la mente en una sola página de un libro, me estaba yendo por la superficialidad del texto corto porque son tiempos en que uno necesita información. Esto tiene mucho que ver con la futilidad de lo que está ocurriendo, es decir, qué va a pasar mañana, lo que yo escribo ¿servirá mañana?, ¿le interesará a tanta gente que está muriendo en los hospitales?, ¿a tanta gente con situación tan crítica?, ¿qué tanto va a cambiar el mundo después de esta pandemia?”, expresó.

Sin embargo, el Premio Cervantes dijo que esas preocupaciones, de alguna manera, siempre están en la mente del escritor. “¿Mañana va a tener trascendencia o no lo que escriba? Es una reflexión que todo escritor se hace con pandemia o sin pandemia, pero me parece que esto se agudiza mucho más ahora”.