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En la línea de los mil muertos por COVID-19

México continúa con un incremento constante de casos de contagio detectados y de nuevos fallecimientos. La autoridad sanitaria pide tomarse en serio el reto que representa el COVID

En la línea de los mil muertos por COVID-19

En la línea de los mil muertos por COVID-19

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Con poco menos de un millar de fallecimientos, el reporte oficial es de 970 defunciones, por COVID-19 y una cifra que día a día crece y se ubica en los 10,544 casos de personas que han dado positivo a la prueba del SARS-CoV2, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez reiteró que no se debe considerar menos a esta epidemia.

“En todo momento ha sido importante que la población de México sepa que estamos ante un fenómeno históricamente importante, en un riesgo considerable a la salud, que no se había visto en el mundo entero en 100 años (y) la última epidemia de este tamaño ocurrió en 1918 y 19 en la pandemia de Influenza”.

En este mismo sentido, puntualizó que al pensar en la proporción del número de casos confirmados, por supuesto que puede aumentar el número de fallecidos, los cuales hasta el momento se ha mantenido relativamente estable en todo el mundo “pero específicamente en los críticamente enfermos quienes tienen insuficiencia respiratoria grave si llegan al hospital, si requieren tratamiento en terapia intensiva con soporte mecánico ventilatorio, es decir, la famosa intubación, el porcentaje de personas en esa condición crítica que fallecen puede llegar a 70 u 80 por ciento”.

Es decir, abundó, que del número de personas críticamente enfermas, 8 de cada 10 pueden fallecer durante la hospitalización a pesar del tratamiento y el apoyo médico, señaló, al tiempo que recordó que hasta el momento no existe un tratamiento específico que elimine el virus o repare el daño pulmonar en forma acelerada.

Si llegara el momento en el que se tuviera un exceso de casos, que eventualmente saturaran al Sistema Nacional de Salud, se tendría una cantidad muy importante de pérdidas de vida que pudieran rebasar también las capacidades de los sistemas convencionales de los servicios funerarios en su mayoría privados y de los existentes en el sistema Público.