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“En la lucha, los policías somos la delantera, la familia es nuestra retaguardia”

A 11 días de que iniciaron las protestas por la transferencia de los policías federales a la Guardia Nacional, la exigencia del grupo inconforme y de las familias es una: el pago de indemnizaciones a quienes no quieran seguir laborando en otra institución.

“En la lucha, los policías somos la delantera, la familia es nuestra retaguardia”

“En la lucha, los policías somos la delantera, la familia es nuestra retaguardia”

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

A 11 días de que iniciaron las protestas por la transferencia de los policías federales a la Guardia Nacional, la exigencia del grupo inconforme y de las familias es una: el pago de indemnizaciones a quienes no quieran seguir laborando en otra institución.

“Soy el sustento de mi familia, mi mujer y mis 3 hijos, he trabajado durante 12 años en la policía federal; con el dinero que nos quiere dar el gobierno de liquidación no se vive ni una semana”, expresó el oficial tercero Jiménez Ortiz, uno de los más de 8 mil elementos federales en incertidumbre acerca de su destino.

Desde el primer día de protestas en el centro de mando, familiares de los elementos acudieron de manera intermitente a las afueras de las instalaciones federales, y los comandos (como se nombran entre ellos los federales) aseguran que “en la lucha los policías somos la delantera, las familias la retaguardia”.

Pero los agentes rebeldes tienen claras dos cosas: que la vida de la PF llegó a su fin y que ellos no quieren seguir trabajando para la administración pública, ni siquiera en otras policías.

El colectivo Familias Unidas, conformado por las esposas de los uniformados, decidió abandonar el Centro de Operaciones luego de 4 días de haber mantenido bloqueos constantes en la avenida Periférico Oriente, afuera del centro en donde los oficiales mantenían mesas de negociación. Por un lado, las negociaciones no avazan y la presión parecía no surtir efecto. Por el otro, la llegada del abogado Enrique Carpizo, levantó la esperanza de que la solución estaba en la acción jurídica.

Las esposas “estuvieron presentes desde el día miércoles, cuando inició la protesta, dejaron el trabajo, no llevaron a los niños a la escuela y aquí estuvieron; no tienen entrenamiento para aguantar bajo la lluvia, para dormir al aire libre, ellas no están entrenadas; nosotros somos el sustento de la familia, en muchos casos el único ingreso de la casa”, expresó Manuel Carrillo, policía segundo.

Carrillo, de la división de Gendarmería, (12 años totales en PF), es originario del estado de Veracruz, trabaja en un horario de 24 horas por 24 de descanso; algunas actividades dentro de la Federal lo han llevado a diversos estados, en especial a las fronteras, por lo que “por la distancia, no me da tiempo de visitar a mi familia. Es una lástima que la Federal desaparezca así, sin que se reconozca todo lo que ha hecho por nuestro país”, finalizó.

En Contel, el motín federal continúa. Ya no se ven familias en los alrededores”.