Existen más de 200 virus que originan gripe o catarro común como el de influenza —que ya conocemos—, rinovirus. parainfluenza, metapneumovirus, sincitial respiratorio y en el caso del coronavirus ocasiona gripa de manera normal, de tal manera que cualquier persona pudo haber tenido algún tipo de coronavirus del que produce la gripa en un porcentaje del 20 al 30 por ciento de las personas, señaló el doctor Gerardo López, alergólogo e infectólogo pediatra e integrante de la Academia Mexicana de Pediatría.

Ante la eventual posibilidad de que el nuevo coronavirus llegue a nuestro país, el especialista resaltó que el problema con este virus “es la mutación que se originó en China y se volvió muy agresivo o virulento”, de ahí la importancia de cuidarse y tomar medidas preventivas desde ahora.

Subrayó que éste, como muchos otros virus, es estacional y una posibilidad es que disminuya su fuerza en la medida que empiece a acercarse la llegada de la primavera, sin embargo, “lo cierto es que todavía estamos a mitad de la temporada invernal lo cual implica mayor posibilidad de contagio”.

Pese a la virulencia de esto nuevo virus, sostuvo, México no necesita más especialistas en el tercer nivel de atención en los hospitales de especialidad, sino “capacitar de manera profesional y oportuna a los médicos de primer nivel para poder hacer diagnósticos oportunos, así como capacitar a la gente para que sepa cuidarse… No necesitamos un hospital con mil camas como el que se construyó en China, necesitamos que los médicos generales, los de primer contacto estén capacitados y sepan diagnosticar a tiempo y que la gente aprenda a cuidarse y entienda que cuidar su salud es su responsabilidad”.

A su vez, el doctor David Mendoza Hernández, alergólogo pediatra, e integrante del Colegio Mexicano de Pediatría, especialistas en Inmunología clínica y Alergia (Compedia), enfatizó que la población debe tener mucho cuidado, evitar la automedicación, ya que las infecciones virales nunca se atacan con antibióticos, debido a que no son bacterias.

Se pueden utilizar antivirales, puntualizó, como ocurre con el oseltamivir para la influenza, aunque para el nuevo coronavirus todavía no hay un tratamiento identificable, ni vacuna y por lo tanto no se puede prescribir para el nuevo coronavirus un antibiótico.

Parte de las medidas preventivas, añadió el doctor López Pérez, están desde ya, llevar a cabo una buena alimentación, reforzar su sistema inmunológico con una adecuada alimentación, tomar mucha agua, toser o estornudar en el ángulo interno del brazo, evitar el tabaquismo, ya que “este nuevo agente infeccioso tiene la capacidad de agredir cuando hay un organismo susceptible”.

Ante ello, refirió que con la experiencia del virus de la influenza y el comportamiento del coronavirus que ha tenido en China, se sabe que la población que debe tener especial cuidado son precisamente las personas que tienen problemas de obesidad, entre los que se debe tener especial cuidado con los niños, ya que uno de cada tres infantes tienen esta condición y los hace más propensos a contraer el virus, así como personas con problemas de hipertensión, mujeres embarazadas y alergias.

El enorme reto, abundó el doctor David Mendoza, es que la gente realmente aprenda y quiera cuidar su salud, y este aprendizaje tiene que ver con los mitos que existen, ejemplificó, en torno a la vacuna contra el virus de la influenza “no está contraindicada para quienes son alérgicos al huevo, la vacuna sí protege, no causa la enfermedad, porque sólo contiene partes fragmentadas del virus y si hay alguna reacción es por el propio mecanismo de defensa del organismo, y éstas son cosas que la sociedad debe conocer, informarse, para estar lo más protegida posible”.

RECOMENDACIONES

► La población debe evitar la automedicación, ya que las infecciones virales nunca se atacan con antibióticos, debido a que no son bacterias.

► Llevar a cabo una buena alimentación.

► Tomar mucha agua.

► Al toser o estornudar hacerlo en el ángulo interno del brazo.

► Evitar el tabaquismo, ya que este nuevo agente infeccioso tiene la capacidad de agredir cuando hay un organismo susceptible.