El millonario recorte que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha hecho a la Ciudad de México en su presupuesto para el 2018 pone en riesgo diversos factores que son esenciales para el adecuado funcionamiento de la capital.

Por ejemplo, el Fondo de Capitalidad se quedó con dos mil 500 millones de pesos y pierde en comparación con otros años y aunque ya, diversas voces han advertido que dicho recorte obedece al periodo electoral, lo cierto es que es un tema que dentro de unos meses explotará, quizá en el colapso del drenaje o en las líneas del Metro a las que les urge un meticuloso sustento técnico.

Incluso ante dichos recortes el Jefe de Gobierno de esta ciudad Miguel Ángel Mancera, dijo que no se sentía satisfecho con lo aprobado pues aseguró, se trata de “un recorte que afecta directamente al desarrollo de actividades prioritarias y muchas de ellas estratégicas” y no es para menos pues simplemente el sistema de drenaje y alcantarillado cuenta con más de 5 décadas y hasta el momento no se le ha dado un adecuado mantenimiento por lo que no se descartan más socavones como el que se registró hace unos meses en la delegación Cuauhtémoc eso sin mencionar los problemas por falta de abastecimiento de red hidráulica.

Por ello, insisto en que la Ciudad de México, que tiene una de las mayores aportaciones al fisco y al Producto Interno Bruto (PIB) debería obtener muchos más recursos federales de los que anualmente le asigna tan sólo, porque es aquí en donde se concentran los poderes de la unión y su alta burocracia, genera gastos en servicios como agua, movilidad, recolección de basura, alumbrado público y de más asistencias que son otorgados por el gobierno capitalino.

Si bien estos servicios nunca se dejarán de brindar, creo que es el momento de que el gobierno federal asuma una actitud, como ocurre en otros países en donde la capital, además de contar con la mayor seguridad, no por discriminación de otras entidades, sino por la concentración de embajadas y otras sedes internacionales como la oficina de las Naciones Unidas, debiera tener prioridad en los recursos destinados a garantizar el funcionamiento de cada uno de los rubros que hacen posible la vida de una de las ciudades más grandes del mundo.

Basta ya de electoralizar los programas y recursos del gobierno, y sobre todo de condicionar la asignación de los dineros de una entidad como estrategia para influir en los comicios de cada tres o seis años y más cuando en todo el país, se ha formado un frente que a escasos días de su creación se ha colocado como la primer fuerza política del país muy por encima del partido en el poder y más aún otros partidos y que sin lugar a dudas viene con una enorme altura de miras que harán de los estados lo que realmente merecen sus habitantes.

Y de Pilón:

Es irónico que los Estados Unidos, al priorizar una buena economía y un estatus social a sus habitantes, descuiden lo principal que es la seguridad e integridad física de su gente. Lo anterior luego de otro tiroteo que se dio ayer en ese país ahora en California en el que dejó por lo menos cinco muertos y varios heridos entre ellos niños. Lo peor es que su presidente Donald Trump afirma que este tipo de atentados no es por una cuestión de armas, sino de enfermos mentales, mismos a los que el presidente estadunidense les ratificó la suspensión de una regulación impulsada por el ex presidente Barack Obama que impedía que personas con problemas mentales puedan comprar un arma, acción que nos hace entender infinidad de casos y comportamientos de Trump pues sin importar los cientos de muertos, los grupos pro armas como la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés), celebraron.

@julioc_moreno