La Conferencia de las Partes (COP) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático 25, concluida el domingo en Madrid, España, no dio los resultados esperados en la creación de nuevos mecanismos que comprometan a los países a reducir sus emisiones contaminantes o compensarlas, como con el mercado de carbono.

El descontento e insatisfacción global se refleja en las palabras de la presidenta de la COP25, Carolina Schmidt, del secretario de la ONU, António Guterres, o en las de la misma Greta Thunberg. Aun con el descontento y con miras hacia lograr avances sustanciales en la próxima reunión en Glasgow, Escocia “como se esperaba en esta ocasión respecto al año pasado”, es a través de estos mecanismos que el mundo no se ha convertido en una sociedad del Viejo Oeste.

En entrevista, Amparo Martínez, directora del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) explica la importancia de la COP como la ruta para lograr los acuerdos que se requieren y que evitan que los países del mundo clamen un “sálvese quien pueda”.

“Estamos en la víspera de que entren en vigor los compromisos del Acuerdo de París, que establecen las acciones mundiales para la siguiente década y con la finalización del Protocolo de Kioto. Desde 2015 a la fecha, las naciones hemos tratado de prepararnos para acordar los mecanismos de instrumentación del plan de trabajo con reglas distintas”.

De los cerca de 200 países que participan en la cumbre, la heterogeneidad es tan vasta como sus capacidades de respuesta y adaptación a la emergencia climática, por lo cual alcanzar acuerdos es complejo. “Hay países desarrollados con toda la infraestructura y tecnología, que pueden medir exhaustivamente sus emisiones contaminantes, hay otros que no, por ejemplo; el objetivo es que los acuerdos sean viables para ambas partes”.

Dentro de la participación de México en la COP, señala, hay un papel mediador en este tipo de situaciones, porque si bien cuenta con expertos y mucho conocimiento, también comprende las limitaciones de infraestructura más avanzada que tienen los países desarrollados. “Además somos confiables en ciertos temas y nos permite acercar posiciones en negociaciones de transparencia, equidad de género, pueblos indígenas y adaptación”.

SERÁ EN GLASGOW. Martínez Arroyo, quien fue una de las delegadas mexicanas en la COP, señala que en las reuniones se percibía una “buena actitud" de los representes de los países, con el ánimo de lograr consensos y los acuerdos que quedaron pendientes en la COP polaca del año pasado.

“La expectativa fue lograr reglas claras y transparentes, precisado qué reportarían los países acerca de sus emisiones; tener certezas de cómo poner en marcha el mercado de carbono con costos y procedimientos justos, protegidos por acuerdos internacionales. A su vez, los países tener certidumbre de qué acciones pueden adecuarse de la mejor forma para nuestro desarrollo  en armonía con nuestra obligación ética con el resto del mundo”.

Las expectativas más ambiciosas en las negociaciones no se cumplieron, en buena medida por la falta de consensos con países como EU, Brasil y Australia, según trascendió ayer. Pero, ¿EU no saldría ya de todo acuerdo y convención?, según manifestó su presidente, Donald Trump.

“Falta un año para su salida, de acuerdo a los candados dispuestos en el Acuerdo de París, donde existen reglas incluso si se quiere salir de estos mecanismos. EU participa e incluso hay ocasiones donde no facilita las negociaciones, lo cual se ha criticado por otros países quienes cuestionan su interés si es que saldrán el próximo año, a lo cual contestan que mientras eso no ocurra seguirán velando por sus intereses. Adicionalmente, aún falta un año, así que hay posibilidad de que den marcha atrás”.

La funcionaria refiere además que esta COP ha sido especial por la irrupción de los jóvenes encabezados por figuras como Greta Thunberg. “Lo hacen con todo el derecho porque les estamos dejando así el mundo y catalizan la urgencia palpable que hacía falta ver en la sociedad. Hemos dicho mucho en el discurso sobre redoblar esfuerzos, pero nosotros ya vivimos, ellos reclaman desde quienes llegan a construir su futuro y los estamos dejando atados de manos”.

¿Qué tanto pesará esta respuesta?, será difícil de saber en el corto plazo, apunta, sin embargo, la población no puede dejar de manifestar su descontento y reclamo. “Los jóvenes deben crecer con otras bases para que hagan las cosas diferentes a nosotros, por lo que tenemos la obligación de  proporcionarles todos los elementos para ello”.

Finalmente, Amparo Martínez enfatiza que la existencia de las instituciones multilaterales es fundamental, aunque sean imperfectas, criticables y no generen los resultados que esperamos los ciudadanos. “Es a través de éstas que el mundo no ha caído en el “sálvese quien pueda”, todavía hay instancias donde los países hacen esfuerzos por lograr acuerdos y tratamos de hacer cosas para mejorar el futuro de la humanidad”.