Cultura

Es lamentable ver cómo el lenguaje pierde su valor, dice Eva Castañeda

En entrevista, la también académica de la UNAM y miembro del Sistema Nacional de Investigadores, explicó que "Decir otro lugar" cuenta la historia de un país y la memoria que han construido en torno a él quienes lo habitan, así como la forma en que van sobreviviendo ante la ausencia del Estado.

Es lamentable ver cómo el lenguaje pierde su valor, dice Eva Castañeda

Es lamentable ver cómo el lenguaje pierde su valor, dice Eva Castañeda

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

El lenguaje es el espacio más grande en el que podemos reflexionar en torno a lo que nos sucede, desde lo más intrascendente hasta lo más profundo, pues a través y mediante de él damos orden a nuestros discursos, pensamientos e ideas. No obstante, hoy más que nunca, el discurso poético es un espacio valido y necesario de reflexión crítica respecto a la violencia que nos está tocando vivir, señaló la escritora Eva Castañeda a propósito del su reciente libro Decir otro lugar.

“La poesía puede replantear el poco valor que le hemos dado al lenguaje y llegar a la raíz de un lenguaje prístino o primario. En ese sentido, este género tiene muchos elementos a su favor que nos pueden servir para darnos cuenta de las distintas formas en que se está nombrando a la violencia que todos enfrentamos cotidianamente”.

En entrevista, la también académica de la UNAM y miembro del Sistema Nacional de Investigadores, explicó que Decir otro lugar —publicado en la Colección Poesía de Elefanta editorial— cuenta la historia de un país y la memoria que han construido en torno a él quienes lo habitan, así como la forma en que van sobreviviendo ante la ausencia del Estado.

“Hacia el final del libro hay una voz colectiva que enuncia también una historia de amor no romántico, sino a la vida que se nos escapa por estar sobreviviendo en un país que está atravesado por la violencia como una experiencia común en todos”.

En esta búsqueda de sentido a través de memorias colectivas, añadió, se evita el uso del yo para generar un diálogo. “Es una forma de decir: o nos salvamos todos o no se salva nadie”. Asimismo, en su escritura Eva Castañeda plantea una reflexión sobre el género literario.

“Quizá en un primer momento pude haber escrito en verso, es decir, estrofas, que es una forma más tradicional de entender o mirar a la poesía, sin embargo, me interesaba ponerme a dialogar con otro género que no fuera exclusivamente la poesía y creí que el que servía mejor para el propósito que estaba buscando era la narrativa, por ello contantemente estoy hablando de ‘no todas las historias, esta historia, te conté…’”.

DEGRADACIÓN. Desde finales del siglo XX el valor del lenguaje ha ido perdiéndose pues incluso cuando un país quiere invadir a otro se utiliza la palabra paz para hacer la guerra. Este “manoseo del lenguaje" tiene que ver con los eufemismos y la ultracorrección política para no nombrar lo que debe ser nombrado.

En ese sentido, Eva Castañeda sostiene que “la poesía está restituyendo ese valor del lenguaje a través de una conciencia estética y política”.

Por otro lado, desde la década de los 70 se nos ha demostrado que no hay nada que hacer por el mundo y se comenzó a hablar de una derrota política permanente que se refuerza si volteamos a ver nuestro alrededor, “entonces decimos: esto es un fracaso. El país se está cayendo y no termina nunca de caer.

Sin embargo, el lenguaje y el arte son algunos de los bastiones que nos quedan junto a la praxis política y social. Es cierto, estamos en esa caída permanente, pero aún hay cosas que se pueden salvar”.

“Es cierto, estamos habitando un espacio violento y hostil, pero todavía podemos aspirar a un lugar mejor.

Decir otro lugar está planteando mirar de frente lo que ocurre de forma descarnada, nos sitúa frente a lo que estamos viviendo y concluye con la posibilidad de poder enunciar otra realidad desde lo cotidiano hasta lo que nos atañe como colectividad”.