
La Línea 3 del Metrobús no puede operar con normalidad por un edificio dañado el 19 de septiembre, en el que no hay intervención alguna en este momento y del que nadie quiere hacerse cargo; incluso determinar quién es el dueño de este inmueble en rojo es una tarea incierta. Lo único claro es que sus nueve pisos se levantan en el lugar donde se realiza el transborde entre las líneas 2 y 3 del Metrobus: la que va de Tepalcates a Tacubaya; y la que corre de metro Etiopía a Tenayuca. Los daños son evidentes y las autoridades del Metrobús no harán pasar por allí sus unidades con pasaje mientras el asunto no se resuelva.
El gobierno de la Ciudad alega que se trataba de instalaciones federales, pero el Servicio Nacional de Empleo abandonó estas oficinas desde septiembre y señala que lo rentaba a particulares. En los listados oficiales de INDABIN, consultados por Crónica, efectivamente este inmueble no aparece. Así, sin que una autoridad decida afrontar el caso, han pasado ya ocho meses y la operación de la terminal Etiopía y los trasbordos del Metrobús hacia Tacubaya, Tepalcates y la línea del Metro que va de Universidad a Indios Verdes no funcionan con normalidad.
Protección Civil confirmó a este medio que el inmueble está dictaminado de alto riesgo y que el Instituto para la Seguridad de las Construcciones señaló que debe ser reforzado; dicho dictamen se hizo desde noviembre del año pasado, y hasta el momento causa miedo a la sociedad por el riesgo de que se desplome en caso de otro sismo.
El Metrobús también dio su declaración y manifestó: “Fue Protección Civil quien dio la indicación de cerrar la estación, no fue porque nosotros lo autorizáramos”, aun así mencionan que han recibido varias quejas de los usuarios por que ésta se encuentra sin servicio y ocasiona un caos para las unidades que ahí dan la vuelta para realizar de nuevo el recorrido.
Unos cuantos, como Leopoldo, que trabaja en la calle de Anaxágoras, casi enfrente de la estación, comenta que a pesar de ser un problema, él ha tenido que adaptarse a recorrer una estación más empujando su propia silla.
“Es la necesidad más que nada, de por sí es complicado abordar un camión del Metrobús porque la gente no respeta, sabiendo que existe un espacio para gente como nosotros ahí las ves paradas, y luego uno debe pedir ayuda para poder bajar porque no se estacionan bien”, explica Leopoldo y afirma que el tener que recorrer todavía una estación no es lo único complicado en su trayecto.
De Lunes a Sábado siempre hace lo mismo, “sí está pesado, a pesar de que parezca que no está lejos la estación Obrero Mundial de Etiopía. El paso no es fácil, porque entre el calor que hace y la fatiga de todo el día de trabajo... tener que llegar no ha sido fácil, pero qué puede hacer uno que no sea echarle ganas”, comentó Leopoldo, antes de seguir su camino sobre el carril del Metrobús.
Personas con discapacidad, niños, ancianos sufren al querer llegar a Etiopía, en varias ocasiones se puede observar que la gente camina sobre el carril al lado de la estación, y dentro de ésta sólo se encuentra el policía que cuida el lugar y el personal de limpieza que se puede ver a través de las cortinas de aluminio.
Cuando nos acercamos con personal de la terminal comentan que ya lo ocupan como lugar de descanso. “Pues tenemos las llaves, pero hasta que no se dé una orden de abrirla nuevamente tenemos que estar aquí”, explicó el oficial.
Igualmente, en las pantallas que están en la parte de arriba de la estación que menciona el tiempo de espera de cada camión, en la parte de abajo colocan un banner que dice “Estación Etiopía-Plaza de la República cerrada por mantenimiento”. Personas que no ven esa pantalla o que no conocen la situación de la terminal no abordan las unidades porque informan que llegan una antes de su destino deseado.
Al subir, se puede observar lo de siempre: gente corriendo para alcanzar asientos vacíos, el que ya viene dormido y no deja pasar a causa de sus piernas estiradas, los que tratan de agarrarse del tubo para no caerse y los que andan viendo el mapa del recorrido señalando las estaciones que les faltan para llegar.
Otros prefieren ver las pantallas que están dentro de los camiones, en donde colocan la estación actual o la próxima, y en el inter de cada estación alguna propaganda del gobierno de la Ciudad de México o de cómo mantener limpias y cuidadas las estaciones del MB; mientras seguíamos nuestro camino nos acercamos al chofer, aun cuando éste nos observó y gritó, “Zona de mujeres caballero”, logramos preguntarle algo.
“¿Disculpe, sí llega hasta Etiopía?”, y éste quien veía el camino, nos respondió: “No, está abierto hasta Obrero Mundial, de ahí no hay paso, le va a tener que caminar”, y de nuevo nos pidió retirarnos porque lo tienen monitoreado.
Al regresar a la sección general del transporte continuamos hasta llegar a Centro Médico y esa voz que menciona en qué lugar se encuentra al cerrar las puertas se escuchó: “Siguiente estación, Obrero Mundial, última estación del recorrido, ninguna persona debe permanecer dentro de la unidad”, y lo mismo repitió hasta que llegamos; de ahí el Metrobús ya sin pasaje sigue hasta Etiopía para dar la vuelta e iniciar un nuevo recorrido. Los pasajeros , al salir de la estación Obrero Mundial, sólo caminando o tomando un taxi consiguen llegar hasta la terminal.
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