Lilian Chapa, analista de políticas de seguridad, hace un señalamiento claro y contundente: “La violencia en los estados la tienen que asumir los gobiernos de las entidades con las policías estatales. La Guardia Nacional aún no se termina de integrar y sus elementos comienzan a reconocer territorios”.

En breve charla con Crónica, la joven especialista advierte que todavía es muy pronto para dar una opinión o evaluación sobre la operatividad de los elementos de la Guardia Nacional —cuyo despliegue por el país fue anunciado el pasado 30 de junio.

“No, no creo estar en condiciones de dar una opinión sobre el tema, porque aquí lo que se tiene que pedir es que las policías estatales y municipales se pongan a trabajar por la seguridad de sus territorios. La Guardia Nacional no va a resolver todo”, enfatiza investigadora de World Justice Project.

Se le comenta que hay voces —desde quienes estuvieron en la milicia—que señalan que con la Guardia Nacional habrá una espiral de violencia, de homicidios, en el país.

“Insisto, aún no es tiempo para dar un diagnóstico. Están en un proceso de reconocimiento de los territorios adonde los están enviando”, así lo dice al mediodía del pasado miércoles, horas antes de que se difundiera que Quintana Roo tuvo una mañana cruenta, con el asesinato de ocho personas y dos que quedaron lesionadas durante el ataque a la camioneta en la que viajaban por la carretera.

—¿Y cuál es tu opinión sobre este despliegue de los efectivos de la Guardia Nacional en las instalaciones de diversas estaciones del Metro de la Ciudad de México?, se le pregunta a Lilian Chapa.

“No abona en la seguridad de las personas. Al contrario, genera desconfianza, porque los capitalinos, los usuarios del Metro, no están acostumbrados a ver a militares en sus instalaciones o estaciones. No parece ser lo mejor”, señala.

En enero, durante el Parlamento Abierto para la aprobación en el Congreso de la creación de este nuevo cuerpo de seguridad pública, la analista expresó: “No hay evidencia de que usar militares en delitos del fuero común pueda reducir los niveles de inseguridad y violencia. La seguridad pública y las policías se deben medir en términos de arrestos, casos resueltos y fortalecimiento de la confianza ciudadana”.

Y recalcó: “Es un mito que las fuerzas del Ejército mexicano serán las que tiene mayor confianza ciudadana, pues es la fuerza que menos contacto tiene con la población”.

Lilian Chapa hizo énfasis en que la —hoy casi extinta—Policía Federal es una institución que cuenta con capacidades de acción, por lo que se debería apostar en su mejora y en una depuración “de sus malos elementos”, indicó la especialista hace siete meses.

FRASE:“Los policías preventivos saben dónde están los problemas y se les deben de dar mayores atribuciones".

Lilian Chapa Koloffon es analista de políticas de seguridad.