A seis días de un segundo intento por pasar al semáforo naranja y echar a andar más actividades productivas en el centro del país, la tasa de disminución de pacientes contagiosos de COVID en dos focos de infección en esta región es de apenas 2 por ciento diario. Lo anterior representa el riesgo de que la reducción de casos sea muy lenta, pues, de acuerdo a las bases de datos oficiales, en ambos focos hay entre mil y mil 500 pacientes contagiosos diariamente. La reapertura se daría con una cantidad de contagiosos similar a la que registraban hacia el 7 de mayo.

Uno de estos focos críticos es Iztapalapa, donde la curva de contagios se elevó aún durante mayo, pero que para la segunda quincena de ese mostraba descensos. La masividad poblacional de esta alcaldía la deja aún como el principal foco de COVID en número brutos: mil 500 pacientes contagiosos (verificados con prueba de laboratorio) para cada día y con un descenso lento en los últimos días en los que se cuenta con datos fiables. Es previsible que la situación para el próximo lunes sea un poco mejor, con unos mil 300 pacientes con el virus activo (la tabla que acompaña estas líneas tiene datos oficiales fiables sólo hasta el 11 de junio, el resto debe irse actualizando debido a la lentitud del sistema de acopio federal).

El otro caso asocia a la alcaldía capitalina Gustavo A. Madero y el municipio mexiquense de Ecatepec, que forman un corredor interestatal que fue sorpresivamente el detonador del COVID en la capital. El corredor combinado llega a esta semana con 2 mil contagiosos a diario.

En estos territorios los registros oficiales se muestran extremadamente consistentes en que veremos una baja muy lenta en el número de contagiosos, misma que ronda el 2 por ciento al día.

Aún un caso separado, Toluca, que creció repentinamente y creó preocupación, comenzó a estabilizarse, pero también ha tendido a mostrar un decrecimiento lento.

Lo deseable sería que el ritmo de descenso sea mayor en el centro del país y esto también depende de otro aspecto de la crisis que tampoco hemos conocido cabalmente: los rebrotes que la reapertura puede traer consigo al exponer a los confinados a la calle, el transporte público y el ambiente laboral.

Los puntos críticos

Al iniciar la crisis sanitaria, rápidamente la Ciudad de México se convirtió en punto crítico de contagio. Ni eso ni la asociación de los contagios con el Estado de México resultó una sorpresa. Lo que sí fue llamativo es que la Alcaldía Gustavo A. Madero tuviera las primeras oleadas de contagio y que éstas terminaran prolongándose a lo largo de toda la crisis.

Resultó claro que, a pesar de la masividad poblacional, Iztapalapa no sería el eje de las infecciones más prolongadas en la Ciudad de México. En la Gráfica 1 se hace evidente el descenso de contagios en Iztapalapa cuando Gustavo A. Madero y Ecatepec seguían en ascenso. Su sincronización es notable en la primera etapa de la crisis; se disocia con la etapa de confinamiento en casa. Es probable que vuelva a asociarse con una reapertura del corredor entre los hogares en Edomex y de acceso a las escuelas y empleos en la capital.

En cuanto a la esperanza de haber comenzado un descenso en el número de contagiosos que existen cada día, en la Gráfica 2 se muestra la evolución de las tres alcaldía, pero con el porcentaje de crecimiento o decremento en el número de contagiosos respecto al día anterior. La línea azul que tiende a estar por encima de las demás es Toluca; la línea azul que suele quedarse por debajo es Iztapalapa. Las líneas rojas son Gustavo A. Madero y Ecatepec, muy sincronizadas. En todos los casos, la mejor expectativa es un ritmo de reducción de 2% al día en el número de personas con el virus activo y capaz de contagiar.

La tabla no es predictiva, sólo muestra la lentitud de una tasa de reducción de 2%. Lo deseable es que dicha tasa se haya incrementado en la última semana, misma que no cuenta con datos fiables en los registros oficiales.