Este jueves se filtró a los medios, y hoy viernes se ha hecho ya oficial: La Inteligencia de Estados Unidos concluyó en 2018 que el asesinato y descuartizamiento del periodista saudí Jamal Khashoggi fue una orden directa del príncipe heredero del reino saudí, Mohamed bin Salmán.

"Evaluamos que el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salmán, aprobó la operación en Estambul, Turquía, para capturar o matar al periodista saudí Jamal Khashoggi", se puede leer en el documento, que tiene apenas dos páginas, y que publicó este viernes la Oficina de la Directora de Inteligencia Nacional de Estados Unidos.

El documento está fechado a finales de 2018, poco tiempo después del asesinato de Khashoggi, que colaboraba con el diario The Washington Post como columnista y que fue capturado, torturado, asesinado y luego descuartizado el 2 de octubre de 2018 en la embajada saudí en Estambul.

Khashoggi publicaba a menudo artículos criticando la monarquía absolutista wahabita de Arabia Saudí, por lo que el régimen de Riad trató primero de presionarlo para que abandonara sus críticas y regresara al reino y luego ordenó matarlo. Así, los hechos ocurrieron cuando el periodista acudió a la legación de su país en Estambul para realizar unos trámites burocráticos para casarse con su novia turca, Hatice Cengiz.

El informe agrega que su conclusión sobre la responsabilidad directa de bin Salmán –que a raíz del asesinato perdió su imagen de joven reformista y aperturista— en el asesinato se basa en que el príncipe heredero toma parte importante en el control de cómo se toman las decisiones en el reino saudí.

Además, evalúa la implicación directa de asesores y miembros de la seguridad del príncipe heredero en el asesinato, y en su apoyo al uso de medidas violentas para acallar a disidentes en el extranjero.

"Desde 2017, el príncipe heredero ha tenido un control absoluto de las organizaciones de seguridad y de Inteligencia del reino, lo que hace altamente improbable que funcionarios saudíes llevaran a cabo una operación de esta naturaleza sin la autorización del príncipe", apunta el informe de la Inteligencia de EU.

El informe apunta también que en el escuadrón que MBS, como se conoce también a bin Salmán, envió a Estambul para matar a Khashoggi había funcionarios que "trabajaban o estaban relacionados con el Centro Saudí para Estudios y Asuntos de los Medios de Comunicación (CSMARC) en la Corte Real" del reino.

El escuadrón de asesinos también incluía a siete miembros del equipo de seguridad personal de Bin Salmán, conocido como Fuerza de Intervención Rápida, una rama de la Guardia Real saudí encargada de proteger al príncipe heredero y que únicamente responde a sus órdenes.

Además, el texto descarta que la decisión del asesinato la tomaran los subordinados de bin Salmán sin su total conocimiento y autorización explícita, dado el férreo control que este ejerce sobre sus asistentes, que temen que los despidan o arresten si no cumplen las ordenes a rajatabla.

POSIBLES REPRESALIAS

Antes de la publicación del informe, Jen Psaki, la portavoz del presidente estadunidense, Joe Biden, afirmó que “hay una serie de acciones que están sobre la mesa", sin ofrecer más precisiones.

Por el momento, Biden conversó por teléfono este jueves con el rey saudí, Salmán bin Abdulaziz, antes de la difusión del documento, y no lo hizo, en cambio con bin Salmán. De todos modos, la Casa Blanca no confirmó que hablaran del tema directamente, y mencionó que trataron otros temas, como la guerra civil en Yemen.

La publicación del informe supone un duro golpe a la relación bilateral entre EU y Arabia Saudí, muy fluida durante los años de gobierno de Donald Trump en Washington. Pero el anuncio de la publicación del informe, el jueves, coincidió con la orden de Biden de lanzar un bombardeo mortal contra milicias afines a Irán en Siria. Teherán, cabe recordar, es el mayor enemigo regional de Riad.

UN JUICIO “FARSA"

Turquía emprendió un juicio contra los responsables directos de la muerte de Khashoggi, que Arabia Saudí se negó a extraditar, por lo que fueron juzgados de forma totalmente estéril en condición de rebeldía, es decir, en ausencia. Entre tanto, el régimen saudí realizó su juicio paralelo, por el que condenó a ocho personas, cinco de ellas a la pena capital, aunque luego conmutaron esas ejecuciones por 20 años de cárcel. El juicio en general fue considerado como una farsa en Occidente, ya que dejaba a salvo a los verdaderos responsables del crimen.

Con información de EFE y agencias.