El presidente de Bolivia, Evo Morales, renunció después de casi 14 años en el poder, tras pedírselo la cúpula militar y un día después de que se rebelaran los policías contra su gobierno.

En un video desde algún lugar indeterminado, Evo se dirigió a la nación para anunciar su renuncia para “pacificar” el país, tras el estallido social que generó la caída del sistema durante el escrutinio en las pasadas elecciones del 20 de octubre, que finalmente le dio la victoria, entre denuncias de fraude y llamados a la protesta por parte de su rival opositor, Carlos Mesa.

“No queremos enfrentamientos, dejen de patear”, dijo con la voz entrecortada dirigiéndose a Mesa y al líder cívico de la provincia rebelde de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, a los que acusó de instigar un “golpe de Estado, con la oligarquía, que conspiran contra la democracia”.

Por su arte, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, general Williams Kaliman, confirmó que pidió personalmente la renuncia del presidente, tras el informe de la OEA que confirmó fraude masivo en las elecciones y tras no conformarse con la decisión de Evo de que se repitieran elecciones.

“Luego de analizar la situación conflictiva interna, pedimos al presidente del Estado que renuncie a su mandato presidencial permitiendo la pacificación y el mantenimiento de la estabilidad, por el bien de nuestra Bolivia”, dijo .

“Me quieren arrestar”. Lejos de pacificar el país, la renuncia de Evo disparó la tensión y sus rivales quieren arrestarle.

“Denuncio ante el mundo y pueblo boliviano que un oficial de la policía anunció públicamente que tiene instrucción de ejecutar una orden de aprehensión ilegal en contra de mi persona”.

El mensaje fue publicado después de que el líder cívico Luis Fernando Camacho asegura igualmente en redes sociales que existía una orden para detener a Morales.

“Confirmado!! orden de aprehensión para Evo Morales!! La policía y los militares están buscándolo en el Chapare, lugar que se escondió”, dijo Camacho en referencia a la zona del centro de Bolivia donde se supone que puede encontrarse.

“Los militares le quitaron el avión presidencial y está escondido en el Chapare, van por él!”, añadió.

“Es porque soy indígena”. Antes de denunciar una cacería en su contra, Morales declaró que “mi pecado es ser indígena, dirigente sindical, cocalero”.

Evo, que esperaba gobernar hasta 2025 y era uno de los líderes del continente que más tiempo llevaban gobernando, advirtió que “la lucha no termina acá”.

Asimismo, aseguró que regresará a Cochabamba, la zona de Bolivia desde la que inició su carrera política, tras una serie de rumores sobre su salida del país.

“No tengo por qué escapar”, declaró Morales, porque “no he robado nada”.

“Muchas gracias por acompañarnos”, concluyó.

Vacío de poder. La Policía Bolivia no confirmó la denuncia del ahora expresidente, ni tampoco otra fuente oficial del país, en el que se ha generado un vacío de poder tras renunciar también la mayor parte del Gobierno y quienes constitucionalmente podrían suceder al presidente, como el vicepresidente y los jefes de las cámaras de Diputados y Senadores.