Opinión

Evolución, biodiversidad y servicios ecosistémicos

Evolución, biodiversidad y servicios ecosistémicos

Evolución, biodiversidad y servicios ecosistémicos

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy
Nada tiene sentido en biología sin la teoría de la evolución—Theodosius Dobzhanskydixit, genetista ucraniano que configuró la síntesis evolutiva moderna con otros grandes notables, comoel zoólogo Ernst Mayr, el botánico George L. Stebbins y el paleontólogo George G. Simpson.

EVOLUCIÓN es el conjunto de cambios en las características fenotípicas (corporales) y genéticas de los seres vivos a través de incontables generaciones, lo que produce la inmensa diversidad de formas de vida, todas derivadas de un antepasado común universal que apareció en la Tierra hace poco más de 3 mil 500 millones de años. Estas características se modifican a través del tiempo debido a mutaciones en genes que ocurren al azar en la fase de reproducción con cierta regularidad (el «reloj molecular»), la mayoría de las cuales son neutras, ya que no modifican las probabilidades de supervivencia y reproducción de los organismos que las poseen. Pero otras resultan deletéreas —inducen desventajas adaptativasy los individuos que las portan son eliminados por selección natural—, solamente unas cuantas implican ventajas para los portadores, cuando incrementan sus probabilidades de supervivencia y reproducción. Así, las mutaciones ventajosas mejoran capacidades de los individuos ante cambios que el medio ambiente experimenta a través del tiempo. Porque la Tierra se ha modificado profundamente desde que en ella surgió la vida, de tal modo que las mutaciones positivas, acumuladas a través de generaciones (y potenciadas con recombinación genética en especies de reproducción sexual) han producido la inmensa diversidad de especies que actualmente existen en el planeta.

Algunas de las modificaciones que ha experimentado la Tierra fueron tan drásticas que produjeron cinco grandes extinciones masivas (www.biodiversidad.gob.mx/biodiversidad/extinciones.html), sólidamente documentadas en el registro geológico. En general debidas a dramáticos cambios climáticos, tectónica de placas, vulcanismo y modificaciones en el nivel del mar, o incluso por el impacto de meteoritos—como la de hace 65 millones de años, que acabó con los dinosauros y la mitad de las especies. Afortunadamente, a cada gran extinción sigue una recuperación y renovación de la diversidad de la vida —por ejemplo, la extinción de los dinosaurios permitió la evolución de los mamíferos, nosotros entre ellos.

Los seres humanos, Homo sapiens, formamos parte de la biodiversidad que condujo a nuestra aparición en la Tierra. El género Homo, uno entre muchos de los primates, de la familia de los homínidos, surgió hace 2.5 millones de años; pero todas sus especies desaparecieron —incluso la de mayor longevidad, Homo erectus, que sobrevivió durante poco más de 1.5 millones de años. La única sobreviviente —hasta ahora— es Homo sapiens.

Pero con la revolución industrial, el uso intensivo de combustibles fósiles y el imperio de una insaciable sociedad de consumo, Homo sapiens actualmente está causando la sexta extinción masiva en la historia del planeta. Catástrofe invisible para la opinión pública, los tomadores de decisiones y los líderes de políticas públicas y corporativas. Nadie, excepto los especialistas, parece entender el inmenso riesgo que esto significa—más aún que el cambio climático— para las posibilidades del desarrollo futuro de la humanidad —además que incrementa nuestra propia probabilidad de extinción (en plazos ecológico – evolutivos: circa algunos miles o algunas decenas de miles de años).

La CONABIO (www.gob.mx/conabio), el Millennium Ecosystem Assessment (www.millenniumassessment.org) y el Capital Natural de México (www.biodiversidad.gob.mx/pais/capitalNatMex.html) se han hecho cargo de configurar la mejor explicación del valor de la biodiversidad para todo público: los «servicios ecosistémicos» (www.millenniumassessment.org/es/BoardStatement.html): alimentos (agro-biodiversidad), agua, aire, materias primas, regulación del clima, etc. Somos parte de la biodiversidad y dependemos de ella no sólo como soporte de la economía y la cultura, sino para la vida misma (la extinción de abejas y otros polinizadores es un aviso clave antes de la catástrofe).

Mientras tanto, entre el 18 y el 22 de agosto tendrá lugar en Montpellier, Francia, el Congreso mundial de evolución más importante del planeta. Organizado por las más importantes organizaciones científicas en la materia, reunirá a 2 mil 500 de los especialistas del mundo. Una oportunidad para enviar un mensaje de alarma: la única certeza absoluta de Homo sapiens (como la de todas las demás especies existentes o que hayan existido en el pasado) es que algún día se extinguirá, por lo que debiéramos hacer todo lo posible por retrasar tal trágico evento, ¡no adelantarlo! que es lo que hacemos ahora provocando la sexta gran extinción...

* Coordinador Editorial del Centro Interdisciplinario de Biodiversidad y Ambiente.

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