Opinión

Exoesqueletos, propuesta tecnológica para apoyar la salud y a la industria

Exoesqueletos, propuesta tecnológica para apoyar la salud y a la industria

Exoesqueletos, propuesta tecnológica para apoyar la salud y a la industria

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Cidesi

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), alrededor de 5 millones de personas en México sufren alguna discapacidad, lo que representa el 5 por ciento de la población.

Las personas con discapacidad son aquellas que tienen una o más deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales y que al interactuar con distintos ambientes del entorno social, pueden impedir su participación plena y efectiva en igualdad de condiciones que  las demás.

El INEGI señala que la discapacidad más común en nuestro país es la motriz, es decir, la dificultad de una persona para moverse, caminar, desplazarse o subir escaleras, debido a la falta de toda o una parte de sus piernas; incluye también a quienes teniendo sus extremidades no tienen movimiento o presentan restricciones, de tal forma que necesitan ayuda de otras personas, silla de ruedas u otro aparato, como andadera o pierna artificial.

Ante ésta y otras problemáticas de la sociedad, el Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial (Cidesi) cuenta con líneas de investigación enfocadas a la generación de soluciones tecnológicas a través del diseño de exoesqueletos, que puedan ser utilizados en las áreas médica e industrial.

Pero, ¿qué son los exoesqueletos? Al respecto, el gerente de Mecánica Avanzada del Cidesi, maestro Jorge Andrés Uribe Uribe, explica que se trata de dispositivos que juegan el papel de “armaduras externas al organismo” con aplicaciones muy diversas, que van desde la rehabilitación médica al mejoramiento del desempeño de operadores en la industria, entre muchas otras, por lo que es importante fomentar su desarrollo tanto en instituciones educativas como en centros de investigación de nuestro país.

“Los exoesqueletos tienen múltiples aplicaciones. En sectores industriales, se pueden diseñar prototipos que permitan a una persona  levantar y llevar objetos pesados o mejorar las posturas de los operadores para evitar lesiones. En el sector militar, se utilizan para blindajes resistentes a minas, impactos de balas o aminorar el peso del equipo que los soldados utilizan enlas misiones que llevan a cabo. Incluso en el área espacial, los exoesqueletos pueden ser muy útiles para contrarrestar los efectos de la ingravidez en los astronautas, a través de dispositivos que generen movimiento y ejercicios para prevenir la pérdida de la masa muscular”.

En esta primera etapa, las líneas de investigación que el Cidesi desarrolla se concentran en el diseño de plataformas que aporten soluciones de impacto social; la primera, enfocada a personas con una movilidad escasa, es decir, que sufrieron lesiones en su columna y requieren una rehabilitación a través de dispositivos más personalizados o contrarrestar movimientos involuntarios del cuerpo, que ocurren con enfermedades como el Parkinson.

“En esos casos un exoesqueleto podría cancelar los movimientos involuntarios del Parkinson y que la persona pudiera utilizar objetos, como por ejemplo, los cubiertos para comer. En una segunda vertiente, la idea es desarrollar una plataforma más compleja, enfocada a gente con nula movilidad para que, de alguna manera, recupere su calidad de vida, que pueda desplazarse, subir o bajar escaleras y caminar entre otras actividades”.

Se trata de proyectos multidisciplinarios que involucran a especialistas de diferentes áreas del conocimiento, por lo que el Cidesi ha tenido acercamientos con instituciones como la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) a través de su especialidad en bioingeniería y con personal  médico.

“En el caso del Cidesi participarán las áreas de mecánica, mecánica de precisión, manufactura, control realidad aumentada y electrónica. Se requieren muchos conocimientos,una parte fundamental en la misión del Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial es el generar valor a través del conocimiento para la industria y la sociedad, aprovechando la experiencia con la que contamos en aplicaciones, automatización, mecatrónica, control, robótica, sistemas autónomos y visión”.

En México, hay empresas e instituciones que están trabajando en prototipos de exoesqueletos, como el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), entre otras.

“Esto representa un área de oportunidad, porque surgen retos tecnológicos de diseñar los exoesqueletos para que sean más ligeros y económicos; la optimización de las baterías u otras fuentes de energía. Al observar las necesidades sociales que tiene México, nos dimos cuenta de la importancia de  diseñar  dispositivos, tipo exoesqueleto, que a través de señales mioeléctricas o cerebrales contribuyan, por ejemplo, a la movilidad de las personas y además, que estos dispositivos imiten lo mejor posible los movimientos del cuerpo humano”.

La primera etapa del diseño de exoesqueletos por parte del Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial, comprende el diseño conceptual y de detalle para dispositivos médicos.

“Es importante definir los requerimientospara pasar a la fabricación de los primeros prototipos. Más adelante, la idea es integrar proyectos a nivel industrial con un trabajo de networking para la detección de las necesidades precisas que cubrirán estos exoesqueletos. Dentro de los objetivos que tenemos en el Cidesi es que puedan ser utilizados por los usuarios sin un entrenamiento previo y que los movimientos naturales del cuerpo puedan ser potenciados por estos dispositivos”.

El Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial (Cidesi) pertenece al Sistema de Centros del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

El próximo 9 de marzo, el Cidesi cumple 35 años de  contribuir al desarrollo de diferentes sectores productivos del país, a través de proyectos de investigación e innovación, así como servicios tecnológicos y posgrados especializados de alto nivel en sus sedes ubicadas en los estados de Querétaro y Nuevo León; en el Parque de Investigación e Innovación Tecnológica en el Estado de México y en Tijuana, dentro del Consorcio Tecnológico de Baja California.