Carlos Mérida Retrato Escrito (1891-1984). Hasta Marzo 17. Museo Nacional de Arte, Munal. www.munal.mx

Carlos Mérida, (1891-1984) cumple cien años de haber llegado a México en 1919; a partir de cuatro archivos, María Estela Duarte cura esta exposición, la más completa desde 1991 cuando se celebró su centenario en el Palacio de Bellas Artes.

Paul Westheim (1886-1963) identificó regularidades estéticas y formales con las que cualquier cultura se manifiesta; así como constantes visuales que unifican a todas las culturas. Mérida demostró estas premisas proto-globales al tener como centro la geometría y articularla con su inicial influencia del Modernismo de la Secesión de Viena y la experimentación geométrica moderna del Constructivismo Ruso, el Suprematismo de Malévich, el Neoplasticismo de Mondrian y el Arte Concreto de Theo van Doesburg, así como las experiencias del grupo Abstraction-Création y el Hard-Edge californiano.

Mérida además se sumó al Muralismo y al arte nacionalista mexicano a través del diseño e ilustración de publicaciones, murales, muebles, escenografías o vestuarios, estos últimos evocan el color y sentido gráfico del artista ruso Léon Bakst (1866-1924) y lo conjugan con su aprendizaje del arte prehispánico y de la vestimenta indígena de Guatemala, Yucatán, Oaxaca, la Huasteca Potosina, etc.

Al igual que Wolfgang Paalen (1905-59), (ver Artgenetic 21JUL2018), Mérida es un artista que anticipa la globalización junto con Marius de Zayas, Emilio Amero, Francisco Eppens, el Estridentismo y Germán Cueto, Tina Modotti, Manuel Álvarez Bravo, Agustín Jimenez, etc., ya que buscó llevar a sus últimas consecuencias culturales, sociales y políticas los formalismos, técnicas y movimientos del Arte Moderno. A la posperiferia latinoamericana, ¿sólo le queda llegar siempre tarde para adaptar las innovaciones del primer mundo a su entorno y dotarlo de mayor densidad cultural?; ¿Latinoamérica sólo completa y expande el proyecto civilizatorio creado por Europa y Estados Unidos?

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