No es muy claro lo que está intentando Ernestina Godoy, la MP iztapalapeña que en los repartos morenistas alcanzó nada menos que la titularidad de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México; lo cierto es que el acoso judicial a 21 mujeres que han participado en manifestaciones callejeras, algunas de ellas ciertamente con episodios de violencia, está impulsando los llamados a la marcha del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.

La carpeta de investigación, una para las 21, se basa en fotos cuya revisión no deja dudas, son las mismas que fueron subidas por una supuesta usuaria de Facebook “Ana Pérez” y previamente difundidas por un portal de noticias policiales donde “milagrosamente” consiguen fotografías de detenidos, incluidos niños, y víctimas fatales de accidentes, cuando ya hay vigilancia policial sobre ellos. Esta actividad pretendidamente periodística (en realidad nutrida sólo por el morbo) es un compendio de violación a derechos ciudadanos. El “milagrosamente” tiene una traducción más que vulgar: mil pesos que los policías de la Ciudad de México reciben a cambio de esas fotos que toman con sus celulares al llegar al lugar de los hechos.

En el caso de las manifestaciones de mujeres, las fotos comercializadas corresponden al momento en el que ellas se quitan la capucha o el paliacate de la cara.

Este hábito de los policías, tolerado en la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la capital, pone en riesgo procesos penales, pues bajo el nuevo sistema de justicia penal este tipo de elementos de prueba son de fácil impugnación.

Peor aún para la Fiscalía de Godoy, algún uniformado vivo vendió a los portales fotos de días diferentes a los disturbios que la Fiscalía quiere castigar a través de estas 21 mujeres. De hecho, en los días señalados de agresión a mujeres policías o destrucción de propiedad privada, algunas de las imputadas no estaban presentes.

8 de Marzo

Y el efecto que esto está creadno ya fue percibido por las adminsitraciones federal y capitalina, tanto el Presidente López Obrador como la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum. Ambas instancias indicaron que no habrá limitaciones para que haya manifestación del 8 de marzo, ni siquiera por motivo de la pandemia.

La organización de la protestas ya tiene varias motivaciones. Una muy difundida, que es la candidatura de Salgado Macedonio a la gubernatura de Guerrero, pero entre los grupos de activistas (las colectivas, como se autodenominan) la mirada está más centrada en la actuación de las instituciones de procuración de justicia.

Los casos atorados en los escritorios ministeriales están generando consensos entre los diferentes grupos feministas. El año pasado, parte del éxito de la marcha, que resultó multitudinaria, se debió a que no se hicieron llamados separados.

Para el próximo lunes se prevén sólo dos marchas, una destinada a ser mixta y con proclamas ue fácilmente podrá absorber a las ruborizadas morenistas que no quieren reclamar nada a la 4T y una general que, todo indica, se tornará contra lo que ha hecho Morena en las últimas semanas. Esta última, de acuerdo a los llamados de “las colectivas” debería estar exenta de acciones de violencia contra comercios o lugares públicos, pero es difícil pensar que no asistirán los grupos radicalizados, pequeños pero muy notorios.

La jefa de Gobierno Sheinbaum y el Presidente López Obrados hicieron un llamado para que se realice de forma pacífica, “nosotros siempre hemos promovido las manifestaciones pacíficas y el trabajo que estamos haciendo es de contención respetando los derechos humanos y no reprimiendo”, dijo. Nuevamente ha encargado a su jefe de policía realizar enlaces con las organizadoras a efecto de evitar.

El 8 de marzo de 2020, una acción gubernamental fue apoyar la huega de mujeres, pues las funcionarias y demás personal femenino de gobierno podría sumarse sin sufrir consecuencias laborales.

Al final, la marcha terminó ganando protagonismo que sólo fue detenido por la aparición del coronavirus en México. Este año parece que la marcha no tendrá competencia con otras medidas.