Opinión

Fase 2. ¿Terminó el chacoteo?

Fase 2. ¿Terminó el chacoteo?

Fase 2. ¿Terminó el chacoteo?

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La gente se hace la pregunta: ¿Ya terminó el relajito presidencial? Ojalá que sí, pues, aunque hay que mantener el ánimo arriba no podemos, bajo ningún pretexto, tomar esto a la ligera y andar por ahí con los chistoretes, porque se trata —aunque suene dramático— de un caso de vida o muerte, ni hablar.

El gobierno federal ha mostrado reflejos muy lentos y se suma a las acciones que ya tomaron otros antes. Lo más complicado es que una vez que logremos —con el trabajo de todos y con ayuda de los escapularios, que nunca están de más— terminar con la pesadilla del coronavirus, comenzará la cuesta arriba de la recesión, que durará meses. Una cuesta muy empinada y de alto riesgo de conductas disolventes.

Se los digo para que asumamos de una buena vez que el 2020 será un año horrible que puede significar el truene temprano de la 4T, que será, como sus adversarios anhelan, un ave de paso, ya que estará incapacitada de cumplir sus ofertas. Pero ésa es otra historia, lo de hoy es lograr salvar el mayor número de vidas posibles con el apoyo del Ejército y la Marina-Armada de México, que están listas para sacar las castañas del fuego. Porque aquí, como arrancaron los contagios comunitarios o locales, ya estamos en la fase 2.

Lo dijo ya el Subsecretario de Salud y vocero del gobierno federal en la Organización Mundial de la Salud, quien reconoció lo que nosotros hemos estado anunciando por lo menos en los últimos ocho días, que es la existencia de transmisión comunitaria en México.

Eso lo hemos explicado, para nosotros es la primera generación de transmisión que nos permite ver que los contagios de personas que provienen de otras partes del mundo pueden propagarse al interior del país; y al conservar la trazabilidad de estos casos seguimos utilizando, como lo hemos hecho desde el inicio, la estrategia de contención centrada en las personas.

Ha llegado el momento, dijo el funcionario federal, donde podemos tener una mayor contribución con estrategias colectivas, estrategias masivas que corresponden al capítulo técnico de mitigación comunitaria y nos van a permitir ser aún más eficientes en reducir la velocidad de propagación, contribuyendo al esfuerzo inicial, centrado particularmente en la contención. En la región metropolitana del Valle de México tenemos la mayor concentración de población y esperablemente vamos a tener, no solamente el mayor número de casos, sino la mayor velocidad de propagación, seguida de las otras zonas urbanas y periurbanas en la región de Guadalajara, en la región de Monterrey y también en la zona turística donde ingresó el virus, en Quintana Roo.

La restricción de movilidad puede ser una medida de salud pública, pero no debe utilizarse como una primera herramienta, ésta es una herramienta extrema que se reserva a las situaciones hipotéticas de que se perdiera la capacidad de control. Lejos estamos de ello, hemos podido seguir esta epidemia en cada una de sus fases y esto nos ha permitido trazar horizontes claros que nos han permitido que con una antelación de varias semanas podamos poner en práctica los recursos, las herramientas, el personal y los métodos necesarios para la contención y la mitigación.

Las medidas extremas son parte del repertorio de salud pública, pero lejos estamos de necesitar medidas que vulneren la vida pública o que afecten a las garantías individuales.

jasaicamacho@yahoo.com

Twitter: @soycamachojuan