
El 2018 inicia con la presentación de la cinta Una mujer sin filtro dirigida por el cineasta Luis Eduardo Reyes. El filme adaptado del éxito chileno titulado Sin filtro del año pasado, marca el regreso al cine de la actriz Fernanda Castillo, quien desde 2013 se ha hecho popular por interpretar a Mónica Robles en la serie El señor de los cielos, papel del que se despidió en la quinta temporada.
En esta cinta, Castillo, en su debut como protagonista en el Séptimo Arte, da vida al divertido personaje de Paz López, una mujer que intentará quitarse los filtros que la sociedad le impone, para promover la libertad de expresión y terminar con una moraleja, casi de fábula, que de alguna forma nos hace recordar cintas populares como Irene, yo y mi otro yo del cineasta Bobby Farrelly.
“Por principio hacer este cambio radical para el público que siempre me ha visto como una mujer intensa, una mujer fuerte, usualmente en el drama y ahora de repente llega esta historia de comedia, protagonizando por primera vez en cine. Es una historia universal que habla mucho de nosotros como de cultura y que también habla mucho de las ganas que tenemos a veces de decir sin filtros lo que sentimos y que a veces nos coartamos a nosotros mismos. Eso es lo que generó una buena historia, una posibilidad de cambio en mi carrera, de retos, de arriesgue y ya con eso era mucho”, expresó Fernanda Castillo.
En Una mujer sin filtro la protagonista comparte créditos con Flavio Medina, Carmen Aub, Alejandro Calva y Mariano Palacios, entre otros. La cinta está basada en la historia original de Nicolás López y hoy llega a diferentes salas del país, entre ellas Durango, hecho que tiene muy emocionada a Castillo, especialmente porque el público la conocerá en otra faceta.
Cuenta la historia de Paz, una mujer a punto de llegar a los 40 años que tiene una vida agobiada y llena de problemas con su jefe, su pareja y el malcriado hijastro de este. Paz nunca se atreve a expresar sus sentimientos, hasta que un día recurre a una extraña terapia que la hará reflexionar sobre todo aquello que la detiene y decide decir la verdad “sin pelos en la lengua” a todas las personas que la rodean.
“La historia tiene la particularidad de ser muy universal y ahora mismo el guion se está haciendo en 14 países porque habla de los seres humanos y las dificultades que se viven día a día”, expresó en conferencia de prensa la actriz Ignacia Allamand a propósito del estreno en México.
La misma Allamand rescató de la cinta a un personaje que en la versión original no tenía tanto peso pero que la versión a la mexicana recae demasiado la importancia de este personaje, el chaman, interpretado por Roberto Sosa: “Nosotros en Chile no tenemos la cultura ancestral que tiene que ver con los chamanes, la brujería o la santería, aquí es un personaje creíble de la cultura mexicana y no como en la versión chilena, en la que ese personaje es un acupunturista chino”, dijo.
La cinta original tuvo su exitosa corrida en Chile, donde se convirtió en la segunda película más vista en la historia del país andino, al contar con más de un millón 200 mil espectadores.
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