
“Los escándalos y controversias forman parte de la historia de Cannes. Al principio hubo escándalos políticos, de carácter social. Hoy de eso hay menos. Pero son parte, de eso no hay duda”, expresó convencido y sonriendo Thierry Frémaux, director del festival de cine más importante del mundo. Y es que desde sus inicios el certamen ha estado rodeado de polémica.
Cannes nació bajo la iniciativa de Jean Zay, ministro de Educación Pública y Bellas Artes de Francia, con la idea de competir con la Mostra de Venecia, el festival de cine más antiguo del mundo, que nació en 1932. Sin embargo, para su desgracia el año en que llegaría su primera edición fue trágico. El 1 de septiembre Alemania de Adolf Hitler invadió Polonia y a causa de la tensión bélica la primera edición del festival tuvo que cancelarse. Ese día de la invasión comenzó el encuentro fílmico y solo se pudo exhibir fue El Jorobado de Notre Dame de William Dierterle.
Fue hasta el 20 de septiembre de 1946, cuando el conflicto bélico había cesado, que se inauguró en forma el majestuoso encuentro cinematográfico con María Candelaria del mexicano Emilio Fernández, recibiendo el Grand Prix du Festival, que era el principal galardón, junto a otros 13 filmes, entre los que destacan Breve encuentro, del británico David Lean; Días sin huella, de Billy Wilder; La batalla del riel, de René Clément y Roma, ciudad abierta, de Roberto Rosellini.
El certamen tampoco pudo realizarse los años de 1948 y 1950, por falta de presupuesto, debido a que desde 1949 Cannes le apostó al glamour creándose una fama importante con fiestas en grandes yates y como uno de los escaparates de la moda. De hecho el atuendo en su momento fue tan importante que las personalidades que no usaran corbatas los ninguneaban en la proyección de sus filmes. Pronto acaparó los reflectores con la presencia de las figuras del momento como Kirk Douglas, Sophia Loren, Grace Kelly, Brigitte Bardot, Cary Grant, Romy Schneider, Alain Delon, Simone Signoret y Gina Lollobrigida, solo por mencionar algunos.
En los años 50, antes de que se llamara Palma de Oro al premio principal, ganaron filmes como Milagro en Milán (1951), de Vittorio de Sica y El salario del miedo (1953), de Henri Georges Clouzot; fue hasta 1955 que se le denominó Palma de Oro, en una edición que ganó la cinta estadunidense Marty, de Delbert Mann (y que también tiene la marca de ser la única cinta en conquistar el Oscar a Mejor Película).
La polémica en cuestión fílmica comenzó en temas de censura ese mismo año, cuando Noche y niebla, el documental de Alain Resnais, sobre los campos de concentración, fue retirado de la competencia por presiones alemanas, y tres años más tarde Resnais volverá a ser víctima de la censura: Hiroshima mon amour también será retirada de la competición, pero esta vez a petición de los estadunidenses.
Del mismo modo, en esa década Cannes también fue el escenario de algunos escándalos y sucesos históricos: por un lado la joven actriz de 18 años Brigitte Bardot le daba a las mujeres francesas una nueva posibilidad de imagen. Sin estar presente en ninguna cinta de la edición de 1953, Bardot llegó a la playa usando un impactante bikini corto, los ojos del mudo se posaron sobre ella. Era algo inaudito para la época. Un año después Simone Silva, actriz de origen egipcio del cine de serie B, fue a Cannes como parte de una técnica publicitaria al ser nombrada Miss Festival, pero fue expulsada del certamen porque realizó una serie de fotos en topless acompañada del actor Robert Mictchum.
En 1955, el festival también contribuyó a la consumación del romance más famoso de la época protagonizado por la actriz Grace Kelly con el Príncipe Rainiero de Mónaco, ya que fue la revista Paris Match la que organizó el encuentro durante la visita de Kelly por la Costa Azul. Se casaron en abril del año siguiente en la víspera de la apertura del festival.
La edición de 1960 llegó con una película que resultó polémica y una de las que destacaron por ser una de las grandes detestadas del festival. Por un lado estuvo La dolce vita, de Federico Fellini, que significó la gran apuesta del cine italiano para competir con Hollywood y que ganó la Palma de Oro, sin embargo, fue condenada por el Vaticano. Por el otro La aventura, de Michelangelo Antonioni fue detestada por la audiencia al grado de que el realizador y su protagonista, Monica Vitti salieron huyendo de la sala. La cinta recibió el Premio Especial del Jurado.
Un año después Luis Buñuel protagonizó uno de los escándalos morales más sonados con Viridiana, también ganadora de la Palma de Oro. Durante el certamen fue atacada y el dictador Francisco Franco trató de influir para que fuera sacada de la competencia, al igual que la Iglesia la acusó de blasfema y así buscaron su censura. Lo lograron en España, donde pudo verse hasta 1977.
En 1963 también fue curioso ver pasearse a la actriz Claudia Cardinale por la costa francesa con un leopardo con la excusa de promocionar su filme El gatopardo. Pero el caso más escandaloso de la década fue la cancelación del festival en 1968, cuando François Truffaut, Jean-Luc Godard, Roman Polanski y Orson Welles apoyaron las manifestaciones estudiantiles. El festival comenzó pero terminó cinco días antes luego de que los directores retiraron sus filmes.
Los cambios ideológicos hicieron que el festival abriera sus horizontes así que comenzó a aceptar filmes con mayor impacto mediático como los producidos por Francis Ford Coppola, Martin Scorsese, George Lucas y Steven Spielberg. En 1973, el director Marco Ferrer causó polémica con su filme La gran comilona, pues los excesos de sus escenas provocaron silbidos, escupitajos y náuseas entre los asistentes. Catherine Deneuve, que acompañaba a Marcelo Mastroianni, su protagonista, suele utilizarlo como ejemplo de lo cruel que puede llegar a ser este festival. Ese mismo año, la proyección de un documental sobre el aborto (Histoire d’A) provocará incluso la intervención de los antidisturbios.
Para 1975, Paul Newman provocó la primera huelga de fotógrafos después de negarse a posar para ellos en la presentación matinal (más tarde lo haría igual Isabelle Adjani). Ese mismo año detonaron una bomba en Francia el día de la inauguración del festival y un año antes descubrieron un explosivo en las inmediaciones, por lo que para 1976 los asistentes se mostraron sensibles ante el tema de la violencia y abuchearon la cinta Taxi driver, de Martin Scorsese, sin embargo el jurado, presidido por Tennessee Williams, quien también cuestionó el tono violento le dio la Palma de Oro.
En los años 80 solo hubo algunos casos polémicos. En 1987, el director francés Maurice Pialat hizo estallar su personalidad luego de recibir gritos y silbidos de desaprobación al recibir la Palma de Oro por Bajo el sol de Satán: “Si no me quieren, puedo decirles que yo tampoco los quiero a ustedes”, dijo con furia en la ceremonia. Mientras que Spike Lee amenazó de muerte al presidente del jurado de 1989, Wim Wenders, quien consideraba que su cinta Do the right thing no debía ganar.
Un mes después del triunfal estreno en televisión de Twin Peaks, David Lynch visitó Cannes con Corazón salvaje, una película que dividió a críticos y espectadores. Para desgracia de sus detractores (el más notorio fue el crítico Roger Ebert) la cinta se hizo con la Palma de Oro. La ceremonia en la que se anunciaron los ganadores estuvo protagonizada por los abucheos de muchos de los periodistas acreditados al festival.
En la década de los años 90, la cineasta Jane Campion se convirtió en la primera y, hasta ahora, única mujer en ganar la Palma de Oro por su cinta El piano; y un año después un joven Quentin Tarantino presentó Pulp fiction en uno de los más destacables del fenómeno de los abucheos en Cannes, la cinta ganó la Palma de Oro pero al subir el director una mujer gritó desde su asiento “¡Es una mierda!”.
Otros abucheos memorables fueron los de Crash (1996), de David Cronenberg, y Los idiotas (1998), de Lars von Trier, a esta última a la cual el crítico Mark Kermode gritó varias veces a la pantalla “¡Esto es una mierda!”, recordando a muchos el incidente con Tarantino. El mismo Cronenberg, años más tarde, también le quitó a Pedro Almodóvar la Palma de Oro que parecía una de las más cantadas de la historia con su filme Todo sobre mi madre (1999). El canadiense era presidente del jurado y prefirió darle la Palma a Rosetta, de los hermanos Dardenne y tres premios más a L’humanité, del francés Bruno Dumont.
Esa década se entregó por única vez un premio especial denominado la Palma de Palmas para el director sueco Ingmar Bergman, quien a pesar de ser uno de los cineastas más importantes de la historia del cine, el responsable de El séptimo sello y Persona nunca había ganado la Palma de Oro.
Ya en el nuevo milenio surgieron nuevos episodios polémicos. En 2000, Lars Von Trier, tras recibirla por Dancer in the Dark, levantó exultante su trofeo frente a las cámaras y la Palma cayó al suelo, por suerte sin romperse; dos años después Irreversible de Gaspar Noé causó estragos en Cannes al provocar que casi 250 personas abandonaran las salas por las fuertes escenas de violación.
Para el 2004, con Tarantino como presidente del jurado, fue severamente criticada la decisión de Palma de Oro para el documental Fahrenheit 9/11, de Michael Moore. Y un año antes se vivió un capítulo por demás anecdótico: Roger Ebert, el único escritor que ha ganado el Pulitzer gracias a su trabajo como crítico cinematográfico, definió The Brown Bunny como “la peor película en la historia del festival”. Su director Vincent Gallo contraatacó y acusó al periodista de ser un “cerdo gordo” que “tenía el físico de un esclavista” y le deseó que contrajera cáncer. El periodista concluyó la polémica diciendo que “una vez me hice una colonoscopia. Me dejaron verla en televisión. Fue más entretenido que tu película”.
En 2007 Sacha Baron Cohen protagonizó un momento tan icónico como ridículo. El humorista británico se presentó en la alfombra roja vistiendo un bañador verde como el que usaba su personaje de la película Borat. Esa década también destacan abucheos a filmes como Maria Antonieta (2006), de Sofía Coppola; Southland tales (2006), de Richard Kelly; El código Da Vinci (2006), de Ron Howard, Bastardos sin gloria (2009), de Quentin Tarantino y Anticristo (2009), de Lars von Trier.
El peor escándalo de los tiempos recientes lo protagonizó Lars von Trier, al presentar Melancolía en 2011, pues en la conferencia de prensa dijo que “entendía a Hitler”, la presión mediática hizo que la organización declarase al danés durante un año como “persona non grata”. El danés no ha regresado al festival.
Ese mismo año, Aki Kaurismäki triunfó entre la crítica con Le Havre, tal vez su película más emotiva. Pero Robert de Niro, presidente del jurado, hace que se vaya con las manos vacías. Aún se recuerda a Kaurismäki ahogando sus penas en alcohol en un café de la parte vieja de Cannes, frente a una tapa de rábanos crudos.
Dentro de los records históricos destaca que nueve personas han ganado la Palma de Oro en dos ocasiones: Alf Sjöberg (1946, 1951), Francis Ford Coppola (1974, 1979), Bille August (1988, 1992), Emir Kusturika (1985, 1995), Shohei Imamura (1983, 1997), Luc y Jean-Pierre Dardenne (1999, 2005), Michael Haneke (2009, 2012) y Ken Loach (2006, 2016).
Tres actores han ganado en dos ocasiones el premio al mejor actor: Marcello Mastroianni (1970, 1987), Jack Lemmon (1979, 1982) y Dean Stockwell (1959, 1962). En el caso de las actrices, son cuatro las mujeres que han repetido: Vanessa Redgrave (1966, 1969), Helen Mirren (1984, 1995), Isabelle Huppert (1978, 2001) y Barbara Hershey (1987, 1988). Y los hermanos Joel y Ethan Coen son los únicos cineastas que han ganado en tres ocasiones (1991, 1996, 2001) el premio al mejor director. La primera de ellas, con Barton Fink, también recibieron la Palma de Oro.
Sin embargo, a pesar de que es el festival más importante del mundo hay quienes no se lo toman tan en serio, como la cantante Christina Aguilera quien en una ocasión por culpa de una inocente pregunta que lanzó durante una entrevista provocó unas sonrisas: “¿Y dónde es el Festival de Cannes de este año?”, dijo.
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