El cardenal George Pell, hasta ayer tesorero del Vaticano, fue declarado culpable de abusar sexualmente de dos menores. El fallo se produjo el 11 de diciembre, pero no se hizo público hasta ayer, cuando el tribunal ­desestimó una segunda causa contra el alto cargo vaticano, que obligaba a mantener en secreto el primer veredicto por orden del juez Peter Kidd.

Con esta sentencia, Pell se convierte en el cargo más alto de la jerarquía eclesiástica declarado culpable de agresión sexual a menores.

Poco después de saltar la noticia, el portavoz del Vaticano, Alessandro Gisotti, confirmó que, por orden del papa Francisco, Pell está expulsado del sacerdocio de manera cautelar, “en espera de que se confirmen definitivamente los hechos”.

CÁRCEL INMINENTE. El cardenal australiano tenía previsto apelar la sentencia, pero en la mañana del miércoles, hora australiana, la defensa anunció la decisión de retirar el recurso. Acto seguido, el fiscal Mark Gibson pidió que Pell entre en prisión de manera “inmediata” dada la gravedad del caso.

Según la sentencia, tras una misa en 1996 en la catedral de Melbourne, Pell abusó de dos jóvenes de 13 años, miembros del coro de la iglesia. Violó oralmente a uno de ellos tras abusar del otro, y luego le acarició los genitales mientras se masturbaba. Poco después, en otro episodio, estampó contra la pared a uno de los jóvenes y lo manoseó.