Flores se marchita

Ahora sí concluyó, y más a la fuerza que por voluntad, el ciclo de Raúl Flores al frente del PRD capitalino. Ya la dirigencia Nacional Extraordinaria del PRD hizo la entrega de la Dirección del Partido a nivel local y con oficio de certificación avalado por el INE; es decir, que es oficial la salida del señor Flores del partido y en su lugar queda la dirigencia colegiada integrada por el cascajo de líderes que aún quedan en el partido. Por eso al exdelegado de Coyoacán y asambleísta no le quedó de otra que despedirse, vía Twitter, de sus discípulos y de los integrantes de su equipo. Don Raulito sigue creyendo que su salida fue una chicanada de la dirigencia del PRD, por lo que mantendrá las impugnaciones legales a las que recurrió para seguir al frente del partido, por si acaso tiene posibilidades de seguir con el hueso. Sean peras o manzanas, el exdirigente ya avisó que se deslinda completamente de todas las acciones y opiniones que emerjan del Sol Azteca capitalino. Ya no quiere ser vinculado con sus compañeritos.

Morena y el síndrome Mandibulín

El síndrome Mandibulín, el caricaturesco tiburón que hizo famosa la frase: “nadie me respeta”, ronda las oficinas de Morena y sus aliados. Y es que nos cuentan que las reuniones de la Junta de Coordinación Política del Congreso, que encabeza el pupilo de Alejandro Encinas, Ricardo Ruiz, se han convertido en auténticos carnavales en los que cada quien hace lo que quiere… Unos se ausentan cada que les da la gana, como es el caso del vicecoordinador de Morena, José Luis Rodríguez, y otros se ponen bravucones… Nos cuentan que en una de las reuniones entre pejistas del Congreso, Ricardo Ruiz estuvo a punto de liarse a golpes con Fernando Aboitiz. ¿La razón? no le tomaba atención en su discurso. Ruiz se molestó tanto de que Aboitiz estuviera atento a su  celular que lo invitó a salirse de la reunión y los ánimos se calentaron. Parecían más porros que diputados. Lo cierto es que nadie respeta a la cabeza, al grado de que algunos de sus compañeros le han puesto el mote del Mandibulín, aunque nadie se atreve a decírselo.

Los mareados de Coyoacán

Bien dicen que el poder marea e incluso es capaz de hacer que algunos pierdan por completo el piso. Nos cuentan que en Coyoacán el que anda como pavorreal es Farid Barquet, director de Jurídico y Gobierno de la alcaldía, quien en las últimas semanas se ha dedicado a correr a todos aquellos que son una piedra en el camino de Manuel Negrete, su protector y mandamás. Los trabajadores que tuvo a bien despedir son, además, personas de confianza de Mauricio Toledo y líderes vecinales que se aseguraban de mantener vivo el poder del diputado federal en Coyoacán. Nos cuentan que hasta el momento la lista asciende a 30 personas, pero que dentro de los nombres no está el de Edgar Jiménez Santillán, mano derecha de Toledo y exdelegado interino. Dicen que es porque este personaje sabe todo el teje y maneje de la alcaldía, así como de las artimañas que se hicieron para poner a Negrete en la silla del alcalde. ¿Será?