
El periodo de la industria henequenera, que se desarrolló a principios del siglo XX en Yucatán, fue reconstruido por Francisco Martín Moreno, para crear México esclavizado, novela histórica en la que da a conocer las condiciones laborales de la época y, al mismo tiempo, invita a reflexionar sobre la situación actual del país.
“Este libro es un grito rabioso de protesta, porque no es posible que en nuestro días, al igual que en la dictadura de Porfirio Díaz, el cinco por ciento de la población acapara el 90 por ciento del ingreso. No se vale, ahí están las soluciones y por eso tenemos tantos peligros, porque no hemos podido abrir puño para darle cabida a los marginados ni hemos ido a su rescate, por eso es importante la creación masiva de escuelas por parte del gobierno y por parte de la sociedad”, señaló Francisco Martín Moreno, durante la presentación del libro que se llevó a cabo en el Gran Museo del Mundo Maya, en Mérida, Yucatán.
Para la realización de México esclavizado, libro editado por Planeta, Francisco Martín Moreno primero hizo una investigación hemerográfica, misma que le permitió tener un panorama general; sin embargo, los datos obtenidos no le parecieron suficientes, por lo que emprendió un viaje que lo llevó a recorrer casi toda la Península Yucateca.
El recorrido por diferentes haciendas lo condujo a constatar que los trabajadores mayas trabajaban en medio de abusos como latigazos y encierros en cuartos tan pequeños que les era imposible estar de pie o recostarse para dormir o simplemente descansar.
“Se les pedía que recortaran mil hojas diarias de agave, eran 100 mil trabajadores de esclavitud”, enfatizó Martín Moreno, frente a un público al que, al final de su presentación, firmó su libro, además de tomarse fotografías con personas de diferentes edades que se dieron cita en el recinto museístico inaugurado en 2012.
La historia da a conocer, primero, a una de las familias más importantes de aquella época: La familia Molina, aunque en México esclavizado cambió el apellido a Montemayor.
La familia Montemayor está encabezada por Olegario Montemayor, un hombre que se caracterizaba por tener poder político y económico, pues por una parte era adinerado, tenía el monopolio del henequén, era dueño del Banco de Yucatán, de los ferrocarriles yucatecas, pero al mismo tiempo era el gobernador del Estado, con líneas marítimas.
Dicho hombre tenía un primogénito que también se llamaba Olegario, durante su infancia, el niño, como toda persona de corta edad, fantaseaba y en algunos momentos salía a jugar y recorrer la hacienda de varias hectáreas. En sus paseos, Olegario se encontraba con los hijos de los campesinos y pudo ver las diferencias entre él y los demás, sobre todo por la vestimenta, los zapatos y la limpieza, entre otras circunstancias.
Parte de la ficción comienza cuando Olegario es enviado por su padre a Estados Unidos para que estudiara, dado que se da cuenta que aquel niño iba a ser incapaz de administrar sus empresas, lo manda después a Inglaterra, donde conoce a Marion Scott, personaje que sirve para dar a conocer la esclavitud en el mundo, mientras que Olegario Montemayor da a conocer lo acontecido en Yucatán y México.
“Ambos viajan a México para conocer las fincas con la creencia de que su padre no es esclavista pero se llevan una gran sorpresa. La historia de amor sirve para narrar esta historia, porque una novela sin historia de amor no es novela. Este es un libro de protesta de absoluta izquierda, porque lo que siempre quiero es tratar de rescatar a los mexicanos humildes de la marginación, desesperación y de la miseria, aquí hay claves para lograrlo pero también están los obstáculos para lograrlo”, finaliza Francisco Martín Moreno, no sin antes enfatizar en que su novela histórica es para reflexionar sobre la situación actual.
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