En su más reciente spot publicitario, el líder nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador, rechaza ser igual al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro o incluso, al de los Estados Unidos, Donald Trump.

Aunque en dicho mensaje propagandístico, Obrador está acusando a la “Mafia del Poder” de estar detrás de esos comparativos hacia su persona, en esta ocasión, él mismo los está utilizando para publicitarse pues los ve como materia prima para seguir placeándose en los medios con un proselitismo disfrazado para no caer en ilegalidad y así promover su imagen.

En mi opinión, si a Obrador lo comparan diversos sectores con aquellos dos presidentes, no es por haber logrado el máximo cargo de su país, sino por las ocurrencias que dice y hace en aras de congraciarse con el público, lo que se desprende en una escalada de contradicciones en las que el tabasqueño ha caído y pongo un ejemplo:

Al inicio de esta semana, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) señalaba, de acuerdo con su Sistema de Alertas, que Baja California, Chihuahua, Michoacán, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Quintana Roo, Sonora, Veracruz y Zacatecas tendrán un techo de endeudamiento limitado para 2018, mientras que Coahuila ya no podrá endeudarse más.

Lo anterior significa que Coahuila es el único estado que no podrá contratar financiamientos para el próximo año toda vez que presenta un enorme endeudamiento elevado en sus Ingresos de Libre Disposición (ILD).

Es decir, Coahuila reportó, de acuerdo a su Cuenta Pública del 2016, 18 mil millones de pesos, y lo malo es que su deuda fue de más de 37 mil millones de pesos, por lo que ésta superó en un 205 por ciento sus ingresos y hasta el momento, nadie ha sido citado a declarar y ninguno de los Moreira, hoy acérrimos rivales entre ellos, ha dado la cara.

Lo anterior es sumamente grave ya que de acuerdo a especialistas, ese estado norteño tendrá que crear nuevos impuestos para disminuir su deuda y obtener más ingresos, es decir, los ciudadanos serán los que paguen los malos manejos de Humberto y de Rubén Moreira Valdés.

Pero este caso ¿qué tiene que ver con Obrador?, pues da la casualidad de que el pejemesías, por el caso anterior, criticó Humberto Moreira e hizo público hace tiempo, un documento en el que la Procuraduría General de la República (PGR) exoneró al ex gobernador de Coahuila, y lo que es sorprende, es que el ex jefe de gobierno del entonces Distrito Federal, también hizo lo mismo al colocar en primer lugar, a la capital del país, como la entidad más endeudada del país con un monto de 38 mil 285 millones de pesos, lo que equivaldría a que cada capitalino tenía una deuda de 4 mil 418 pesos, mientras que la media nacional es de mil 135 pesos por habitante.

Lo anterior fue señalado en su momento por legisladores de los partidos políticos durante uno de sus últimos informes de labores y de frente lo acusaron de “conducirse con artificios y demagogia populista”.

Los datos demuestran que Obrador le apostó al olvido de la ciudadanía para poder capitalizar políticamente la situación que está padeciendo Coahuila y sus habitantes quienes también tienen una enorme deuda que afectará los sectores de salud y educación principalmente.

Por ello, es indignante la bajeza con la que el líder nacional de Morena hace política, al utilizar temas tan delicados y de gran trascendencia, para sacar raja electoral sin importarle su propio actuar o el de sus colaboradores más cercanos y que por cierto, eran de lo peor que tenía el PRD, partido que ahora como lo he manifestado ha quedado desparasitado.

En cambio, Morena es un partido en riesgo al ser dirigido por una sola persona pues su líder no cuenta con un contrapeso y sí, con todas las características de un dictador, por lo que de llegar a gobernar el país, seguro replicaría el modelo de gobierno venezolano convirtiendo a esta nación en “Pejezuela”, donde se haría sólo lo que el dictador AMLO diga y de ahí las comparaciones con Nicolás Maduro, y que no nos extrañe que en una de esas se aviente la puntada en un video-spot, agarrando a golpes bajo el ring a un individuo simulando ser un luchador, con la máscara de Televisa o TV Azteca, acusándolas de difundir mentiras a favor de la mafia del poder como lo hizo su otro símil, Donald Trump.

Leyendo esto, entendemos que los comparativos son hacia dos ideologías iguales y dos comportamientos similares, es decir, Obrador sería lo mismo pero a la mexicana, y de ahí su oposición al Frente Amplio Opositor pues sabe que su franquicia Morena por sí sola nunca ha podido ganar una elección, y por ello ve al PRD con grandes posibilidades y como un gran riesgo para su partido por esta nueva ruta política que se ha emprendido desde dicho frente para sumar todas las voces en un gobierno de coalición.

Y de Pilón: 

Por cierto, mis felicitaciones a los organizadores de Nueva Izquierda del PRD al convocar a sus liderazgos nacionales al encuentro de Coaliciones Electorales y Gobiernos de Coalición, en donde se dieron cita el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, la presidenta nacional del partido, Alejandra Barrales, el vicecoordinador de los diputados del PRD, Jesús Zambrano, así como excelentes ponentes tal es el caso de José Woldenberg y el periodista Ricardo Rocha, entre otros, donde se determinó condicionar que el frente amplio no sólo sea alianza electoral sino que se traduzca en un gobierno de coalición que acabe con el presidencialismo tradicional y produzca una agenda legislativa que impulse los cambios estructurales al estado mexicano.