Opinión

Ganar con diferentes QB, el gran reto para Belichick

Ganar con diferentes QB, el gran reto para Belichick

Ganar con diferentes QB, el gran reto para Belichick

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Sin duda la nota de la semana es que Cam Newton ha firmado con los Patriotas de Nueva Inglaterra. No faltará quien ya eche campanas al vuelo tras el anuncio y piense que el llamado SuperCam volverá a jugar con el nivel que un día tuvo con las Panteras de Carolina, como ya ha sucedido en Estados Unidos y los apostadores que han elevado las posibilidades de los Patriotas para regresar a la cima de la División Este de la AFC.

Nada más falso que lo anterior. Newton viene de más de un año sin jugar, y digo más de un año porque sólo participó en dos juegos en la temporada 2019 y desde la pretemporada ya estaba muy tocado de la lesión en el hombro y en el pie, lesiones que en gran parte fueron producto de su manera tan física de afrontar el juego, de no rehuir al golpeo y de sentirse un Superman, tal como lo dice y muestra cada vez que anota y muestra el pecho.

Muy bien, tiene todo el derecho de jugar como le plazca, después de todo cada uno tiene su estilo, pero lo que es cierto es que bajo el mando de Bill Belichick poca libertad tendrá para hacer lo que le venga en gana, pues es sabido que Nueva Inglaterra es de esos equipos que juegan bajo un sistema donde todos son parte de un conjunto. Hasta Tom Brady era parte de eso, pues ya era un maestro para manejar dicho esquema tras dos décadas con Belichick.

Es un hecho que Newton dejará el alma en el terreno para demostrar que aún puede ganar y que Carolina se equivocó al dejarlo en libertad, aunque de las ganas a los hechos hay mucho que hacer.

A DEMOSTRAR SU GENIO

Sin embargo, lo realmente interesante será atestiguar si Belichick será capaz de ganar de manera consistente con un pasador que no sea Brady.

Ganar con diferentes mariscales de campo quizá sea una de las tareas más complicadas para un entrenador, muy pocos lo han logrado. Es verdad que Belichick lo hizo en una temporada, cuando Brady se perdió el año tras una lesión en una pierna que lo dejó fuera en la primera semana del 2008. Aquella ocasión Matt Cassel entró al relevo y, a pesar de que el equipo terminó con récord ganador no alcanzó la postemporada. Es decir, Belichick jamás ha estado en playoff sin Brady.

Tom regresó al año siguiente y las cosas siguieron su curso normal: el éxito para los Patriotas por una década más.

Ahora la realidad alcanzó al llamado “Monje”, pues muchos se preguntan ¿por qué no reclutó ningún pasador en el Draft a sabiendas de que con el tal Jarrett Stidham no iba a ningún lado? Nadie lo sabe, sólo él.

Muchos piensan que ya tenía en la mira a Newton, pero esperó a que pasara el tiempo para agarrarlo a un precio muy bajo, pues el mismo Bill estaba consciente de que nadie o casi ningún coach estaría interesado en un cartucho quemado como Cam, que debido a sus lesiones es un verdadero volado.

Con un contrato a sólo un año y lleno de incentivos, los Patriotas saben que nada pierden (económicamente hablando) si el regreso de Newtn es un fiasco, ¿pero qué hay del orgullo y el prestigio de Belichick?

Sin duda es su gran prueba, y si alguien lo duda ahí está el dato de que muy pocos, contados apenas con los dedos de una mano, han logrado ganar de manera consistente y mantenerse en la cima con diferentes mariscales de campo.

INIGUALABLE

Quizá el mejor y jamás igualado en ese aspecto sea Joe Gibbs, de los Pieles Rojas de Washington, que con tres diferentes mariscales de campo ganó un título con cada uno de ellos. Con Joe Theismann llegó a dos (XVII y XVIII) y ganó uno; con Doug Williams (XXII) y con Mark Rypien (XXVI). Todos sabemos que el único con verdadera calidad era Theismann.

UN GENIO DEL TRIUNFO

En segundo sitio situamos a Tom Landry, quien forjó un equipo ganador a través de tres mariscales de campo que lo mantuvieron por más de 20 años con un récord ganador. Llegó a su primer Super Bowl con Craig Morton (V) y lo perdió; posteriormente lo obtuvo todo con el sensacional Roger Staubach al ganar dos de tres Super Domingos (Triunfó en VI y XII, perdió en XIII). Tras retirarse el verdadero “Capitán América”, Landry encontró la manera de seguir en la cima con Danny White, un muy buen pasador con quien se quedó en tres antesalas del Super Bowl. Perdió tres Juegos por el título de la NFC de manera consecutiva (1980, 81 y 82).

ESTRATEGIA

Le sigue Andy Reid, si, el actual coach campeón con Kansas City. Reid, con las Águilas de Filadelfia, logró posicionarse entre los mejores entrenadores del inicio de siglo teniendo en Donovan McNabb a su pasador estrella. Con él llegó a cuatro Juegos por el Campeonato de la NFC de manera consecutiva (2001, 02, 03, 04). Ganó el último y se fue hasta el Super Bowl XXXIX que perdió.

Su primera prueba llegó en 2006 cuando McNabb se lesionó y la temporada parecía perdida. Reid echó mano de Jeff Garcia, ex estrella en San Francisco y quien había vagado por Cleveland y Detroit. Con Garcia, Reid metió a las Águilas hasta los playoffs y se quedó a tres puntos de llegar al Juego por el título de la NFC.

Años después, con la salida de McNabb, Reid sabía que Michael Vick tenía aún mucho que dar y se le llevó a Filadelfia para hacer una de las ofensivas más explosivas de la Liga y de paso meterse a postemporada en 2010.

Tras su salida hacia Kansas City, Reid siguió triunfando con otros pasadores. Con Alex Smith, de quien se dijo nunca dio lo que se esperaba en San Francisco, Reid le armó un sistema adecuado y clasificó a los Jefes consistentemente a los playoffs. En 2018 lo dejó ir para explotar el innegable potencial de Patrick Mahomes, con quien ganó el último Super Tazón.

PERSEVERANCIA

Finalmente esta Marty Schittenheimer, un mago para hacer ganar equipos con los recursos que le dieran. Tras años de mucho éxito con los Browns de Cleveland en los 80, se mudó a Kansas City donde siguió ganando con los mariscales Steve DeBerg, Dave Krieg, Joe Montana, Steve Bono y Elvis Grbac. Sólo Montana era de verdadera calidad y con quien llegó hasta el Juego por el título de la AFC en 1993. Aun así, cabe señalar que con todos los demás también alcanzó playoffs en los 90.

Posteriormente, Schottenheimer dirigió a los Cargadores de San Diego, donde mantuvo su sello ganador con dos diferentes mariscales: Drew Brees y Philip Rivers. Con ambos llegó a playoff en 2004 y 2006, respectivamente. Su salida se debió a su mala relación con la gerencia general del equipo tras imponerle a Rivers y deshacerse de Brees. Schottenheimer nunca perdonó aquello.

Dado lo anterior, es innegable que Belichick tiene mucho que demostrar como el supuesto “mejor entrenador de todos los tiempos”, título que ya le cuelgan algunos. Sin más, esta es una gran oportunidad de demostrarlo. ¡Suerte Bill!

fernando.argueta1967@gmail.com